Sdenka Fuentes, presidenta del Comité de Defensa de la Casona Bickenbach, explicó que esta edificación y sus jardines cuentan con siete valores que respaldan sus importancia patrimonial para Cochabamba. Estos tendrían que ver con variables históricas, arquitectónicas, artísticas, culturales, y otras relacionadas con su singularidad y posibilidades de uso, además de las características únicas de sus jardines.

Desde la perspectiva de su valor arquitectónico. Fuentes explica que el edificio habría sido diseñado por el arquitecto barcelonés Miguel Tapias, padre de uno de los fundadores de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Mayor de San Simón, en un estilo neomudéjar con influencias árabes e hindúes. Estas características, además, le brindarían un valor de singularidad, ya que no existe otra construcción de este tipo en el departamento y, junto con el palacio de La Glorieta en Chuquisaca, son las únicas en el país.

Otro de los puntos a resaltar es el de sus jardines y las especies que albergan, ya que irían en concordancia con la estética del edificio. Por esta correlación, estos cármenes estarían protegidos por la Carta Internacional de Florencia (1981), al considerarlos monumentos.