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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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EL UNIVERSITARIO ESTUVO EN COMA Y HOY ASISTE PERIÓDICAMENTE A CONSULTAS MÉDICAS Y TERAPIAS ALTERNATIVAS.

Jhon Copaga habla con fluidez y da sus primeros pasos

Jhon Copaga habla con fluidez y da sus primeros pasos



Un fuerte apretón de manos y un saludo cordial es el recibimiento de Jhon Copaga quien se presenta con su nombre y apellido a los visitantes. Habla con fluidez, maneja con destreza la mano derecha, puede ponerse de pie con ayuda y los más asombroso es que ya da sus primeros pasos.

Si bien continúa usando la silla de ruedas, sus progresos encienden la esperanza de que la abandone. Su rehabilitación sigue y se ha optado también por terapias alternativas.

Han pasado dos años desde el día en que la vida de la familia Copaga dio un giro de 180 grados. En julio de 2015 una granada de gas impactó en la cabeza del único hijo de Néstor y Lourdes, y lo dejó en coma por meses.

El joven participaba de una protesta estudiantil en contra de las autoridades de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) que determinaron titularizar a los docentes sin exámenes de competencia ni concurso de méritos, medida que finalmente fue anulada. El conflicto llegó a su máxima agresión ante la presencia de un grupo contrario llamado “de choque”. Esa madrugada detonaron dinamita e incendiaron las instalaciones de la Federación Universitaria Local (FUL). Fue entonces que los efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Especiales (UTOP), intervinieron para controlar el enfrentamiento y se apostaron en la calle Jordán esquina Oquendo.

Uno de los efectivos policiales impactó con una granada en la cabeza del dirigente universitario. Desde entonces comenzó el calvario para la familia que no se rinde para ver a su hijo, cada día mejor.

TRATAMIENTO Toda alternativa sirve para que la salud de Jhon mejore. La familia madruga una vez al mes para ir a Cliza en busca de médicos especializados en la curación de las articulaciones óseas. La madre cuenta que cada mes contratan un taxi exprés al Valle Alto para que los profesionales remedien el dolor de espalda que tiene su hijo.

Ayer, por ejemplo, pasaron toda la mañana esperando para ser atendidos. “El esfuerzo vale la pena para que mi hijo sane”, dice Néstor.

Otro viaje que realizó la familia fue a Yapacaní, en Santa Cruz. Allí visitaron a un médico que realiza terapias alternativas y sometieron a Jhon a un tratamiento para aliviar la dolencia que presentaba en la cabeza. Néstor dice que se trata de acupuntura con fuego.

Las jornadas de los esposos están dedicadas a la atención de su único hijo. En las mañanas, asiste a sesiones de fisioterapia en Combase. Las profesionales que le atienden son estrictas y han recomendado cambios en la rutina del joven. Parte de la terapia es ejercitar a Jhon en dar sus pasos, para ello lo apoyan con prótesis que dan firmeza a sus pies.

Néstor y Lourdes están felices por los progresos y dicen que no se rendirán hasta que su hijo se movilice autónomamente.

Los esposos aseguran que el aporte realizado por los estudiantes y docentes de la UMSS les permite costear la atención médica de su hijo y lo agradecen.

Jhon se siente mejor y cuenta que puede comer solo, aunque lentamente. Expresa sus preocupaciones, que se sancione a todos los responsables del conflicto universitario y la situación de sus padres. “Debes cuidarte mami”, recomienda al recordar la caída que sufrió su madre la semana pasada.

Sesiones.

El estudiante perdió la vista en el ojo izquierdo y recibe atención para que no suceda lo mismo con el otro.