Los niños corren y rodean al grupo de personas que acaba de llegar a la plaza 14 de Septiembre. Ya los conocen y saben lo que tienen que hacer, se acomodan en una fila para recibir su desayuno.

El grupo de voluntarios está integrado por jóvenes del movimiento Una Sonrisa por un Desayuno que mensualmente ofrece alimento y golosinas en las plazas de la ciudad. Todos colaboran con lo que pueden.

Los niños reciben un vaso de chocolate caliente y una golosina. Una empresa importadora acude “sagradamente” para proveer de Chocolike y otros productos. El menú es variado, dependiendo de los aportes logrados a través del trabajo de los voluntarios que es promovido por una página de Facebook: Una Sonrisa por un Desayuno.

La comitiva se instala primero en la plaza Colón donde acuden los niños que llegan del área rural junto a sus madres, principalmente. El segundo puesto de parada es la plaza 14 de Septiembre donde los comensales son trabajadores, lustrabotas y vendedores ambulantes.

Finalmente, llegan a la plaza San Sebastián donde dan fin al alimento.

Son cerca de 300 raciones las que se alistan. Ayer, los niños degustaron de un aperitivo diferente, un rosquete punateño. La familia Heredia Chávez encomendó 500 unidades para deleitar a los niños.

Estela Vargas viuda de Heredia se puso en campaña cuando su hijo le comentó de la actividad del grupo.

En algunas oportunidades se logra distribuir prendas de vestir que son donadas por los pobladores. En esta época la demanda es prendas abrigadas para combatir el invierno.

Apoyo

Los interesados en sumarse a la campaña de voluntariado pueden hacerlo a través de la página de Facebook: Una sonrisa por un desayuno.