Como sabemos, las micro, pequeñas y medianas (mi-pymes) empresas en Bolivia tiene una gran importancia porque representan aproximadamente el 90 por ciento del número total, y emplean a un 80 por ciento de la fuerza laboral. Sin embargo, estas empresas tiene un alto índice de mortandad, ya que están afectadas por variables externas como: competencia creciente, contrabando, régimen laboral y normativa bancaria; y también internas que resultan de gestionar una empresa familiar. Sabemos que la existencia y evolución de estas pequeñas empresas está totalmente ligada al impulso y espíritu empresarial de sus dueños.

Tienen el desafío de ser más productivas, y para ello lo importante es dar el paso hacia la innovación, un reto que muchas veces lo asumen de manera casual o gracias al "olfato" del propietario. La capacidad de trabajo y visión propia dan la energía a estos empresarios que toman riegos para seguir invirtiendo y avanzando en el mercado, sin importar las condiciones y el entorno desfavorable que tienen.

En los últimos 30 años, a través de la experiencia bancaria, he sido testigo del surgimiento de muchas pequeñas empresas. Algunas se han convertido en grandes y otras han fracasado. Constaté que el mayor o menor crecimiento ha sido gracias a la adopción de mayores niveles tecnológicos.

Una primera estrategia que han seguido algunas pymes para su evolución ha sido modernizar sus instalaciones a través de la compra de nueva tecnología que muchas veces ha sido promovida por aquellos representantes-importadores de maquinaria. Por ejemplo, en el sector textil surgieron en los 90 pymes con tecnología de punta, que lograron conquistar mercados de los países limítrofes por calidad y precio de sus chompas en acrílico.

Otra estrategia que han seguido las pymes ha sido desarrollar e innovar en sus capacidades de gestión y comercialización para lograr un mayor crecimiento. Un ejemplo es el sector de impresión gráfica, donde, además de adquirir nueva maquinaria de impresión, fueron capaces de aplicar un marketing agresivo para ganar mercado y desplazar empresas grandes, como es el caso de Sagitario. Otras pymes que han logrado un crecimiento importante han sido las cadenas de farmacias, gracias a la innovación en su modelo de negocio conformando redes a nivel nacional cuando antes solo eran de barrio, como es el caso de Chávez.

Otras pymes de reciente creación, que han tenido un importante crecimiento en los últimos años, son aquellas del rubro de servicios y productivo en áreas de alto conocimiento, ya sea tecnológico, profesional o de gestión. Estas empresas han surgido por el impulso de emprendedores que tenían estudios superiores y han aplicado innovaciones tecnológicas para el crecimiento. Un ejemplo han sido algunas empresas beneficiadoras de quinua que, al principio, eran muy artesanales. Luego de aplicar tecnología, han logrado rendimientos mayores y alcanzado mercados de exportación, como Andean Valley. Otras pymes que nacieron muy pequeñas en el sector de metalmecánica han logrado crecer al nivel de atender a sectores de industrias pesadas como la agroindustria, ferrocarriles, minería e hidrocarburos como es la empresa de Carlos Caballero en Santa Cruz. Otro ejemplo en el sector textil es la empresa de tejidos de llama y alpaca Altifibers que, gracias a la innovación en el descercado del pelo de llama, ha conquistado mercados de exportación.

Finalmente, están las empresas de tecnología de alto nivel que, por su visión internacional, han logrado un crecimiento muy rápido. Esto les ha permitido dejar el segmento de pyme y convertirse en empresas grandes que hoy son capaces de mirar mercados externos e incluso conseguir financiamiento e inversionistas internacionales. Es el caso por ejemplo de Jalasoft en Cochabamba, que exporta software; o la empresa PFM de La Paz, que exporta implantes para cardiopatías infantiles (...).