Al oír la palabra “parkour”, muchos de nosotros no tenemos ni la más mínima idea de su significado. Muchos otros, creerán que se trata de una práctica que se realiza en las grandes ciudades del mundo, en las que jóvenes temerarios saltan de un edificio a otro, luciendo su gran capacidad física. Lo que pocos saben es que esta disciplina, que oscila entre el arte, el deporte y la cultura urbana, se practica en Cochabamba casi desde hace una década.

El parkour se define a sí mismo como el arte del desplazamiento y consiste en atravesar la ciudad de un punto a otro, de la manera más eficaz, con movimientos precisos. Los traceurs, como se denominan los aficionados de esta práctica, “tienen como objetivo superarse, adaptándose a las exigencias de los obstáculos con la sola ayuda de su cuerpo.

Milton Veizaga estuvo, en 2010, entre los tres primeros jóvenes que se reunieron y comenzaron a practicarlo. “Empezamos viendo videos y tutoriales en Youtube, como cualquier joven que siente curiosidad por conocer nuevas experiencias”.

Pero este destello de curiosidad, con el tiempo se transformó en una pasión y casi una forma de vida. Porque el parkour no es solamente una actividad física, sino que implica también una filosofía.

Según explica Veizaga, el parkour no es una actividad competitiva y por el contrario su “esencia y filosofía es entrenar en familia, crecer en familia. Con los valores del respeto, el apoyo, la confianza y, sobre todo, la amistad”.

Por otra parte, tampoco se considera una actividad de riesgo, contrariamente a la opinión generalizada, ya que uno de sus principios es “respetar a los ciudadanos y al entorno, nunca debe poner en peligro la vida del practicante y la de los demás, por eso no es considerada una actividad física de riesgo”, según su descripción en Wikipedia.

Consideran su actividad positiva para la juventud y la ciudad, el sueño de los traceurs cochabambinos, representados en Veizaga, es el de poder contar con un parque especializado en su arte.

Taller para niños

El mARTadero ofrece un taller vacacional de parkour para niños, de 14:30 a 15:30, con un costo de 120 bolivianos.