José (nombre ficticio), de 50 años, tiene artritis reumatoidea. Su enfermedad y la muerte de su esposa lo postraron en una silla de ruedas por varios meses. 

Los médicos no pudieron ayudarle. Su problema iba más allá de los dolores de la enfermedad. Tenía depresión por lo sucedido.

Ante esta situación, le recomendaron que asista a las charlas mensuales que se tienen en el Policlínico de Atención Integral en Salud de Especialidades (Paise) de la Caja Nacional de Salud (CNS).

Amarce (Ayuda mutua de la artritis reumatoidea) es el grupo conformado por cientos de personas que sufren esta enfermedad. Los asistentes reciben información, dan sus testimonios, hacen preguntas y aprenden a hacer ejercicios o terapias para sobrellevar su mal.

El médico especialista en reumatología Beymar Inchauste indicó que Amarce hace alusión a la necesidad de crecer como personas, amarse y aceptarse como son.

“El paciente está desprotegido desde el ámbito psicológico. La familia y su entorno no reconoce sus dolores, lo que le lleva a la depresión”.

Recordó que los tratamientos son casi de por vida y, mediante las charlas, los enfermos se educan para evitar complicaciones.

José, en este lugar, encontró a otras personas con los mismos problemas de depresión a raíz de la enfermedad y dejó la silla de ruedas. Ahora es uno de los cientos de participantes que sobrelleva su situación y ayuda a los que pasan por lo mismo, con “secretos para mejorar”.

LA IDEA Fueron los médicos especialistas quienes decidieron, hace tres años, emprender este proyecto que les permite acercarse más a los pacientes y lograr la contención emocional para convivir con diferentes enfermedades como la artritis reumatoidea y la diabetes. También existe otro grupo, que fue creado hace un año, de lactancia.

El médico internista René Achá es el encargado del grupo de diabetes y su fin es la prevención.

“Estas actividades son un acercamiento con su médico. Los pacientes tienen dudas”.

Recordó que en la consulta hay dos factores que afectan: la ansiedad de los pacientes y la falta de tiempo del médico.

UN ALIVIO La directora del Paise Norte, Jenny Azero, explicó que las personas que van a la charla quedan aliviadas, porque se dan cuenta que no son las únicas con la enfermedad.

“Se rehabilitan no solo con medicamentos sino con consejos prácticos de la vida diaria. Comienza una amistad entre todos”.

Según Azero, son comités de salud, es decir grupos organizados que no solo quieren tener atención médica asistencial, sino recibir otro tipo de apoyo de diferentes profesionales y de los mismos enfermos para mejorar su calidad de vida.

“En cada taller hay un invitado especial que puede ser dermatólogo, oftalmólogo, nefrólogo, por ejemplo. Todo depende del órgano que se puede complicar con la enfermedad. Buscamos hacer prevención, promoción y rehabilitación. Ir más allá de la consulta médica”.

Dijo también que no solo asisten los pacientes, sino los familiares que son importantes para ayudar a convivir de mejor manera con el mal.

Otro dato importante es que las charlas no solo están abiertas para los asegurados de la CNS, sino el público en general que esté interesado.

“Es información fidedigna la que ofrecemos para evitar complicaciones u otros problemas”, concluyó la directora del Paise Norte.

Proyecto

Está en análisis la posibilidad de ampliar los cursos con profesionales especialistas en oftalmología.

Un compromiso profesional

Los médicos especialistas del Paise atienden un promedio de 24 pacientes por día, lo que no les da el tiempo suficiente para manejar las dudas de quienes llegan aquejados por una enfermedad. Cerca del 70 por ciento de ellos son personas de la tercera edad.

A raíz de la preocupación de que las consultas no son las más adecuadas, decidieron disponer de su tiempo para brindar estas charlas. El reumatólogo Beymar Inchauste y el médico internista René Achá son los promotores de los grupos de autoayuda que están formados por más de un centenar de personas.

El viernes se llevó adelante la charla sobre diabetes y medicación.

Para el 14 de julio se prepara la charla sobre la artritis y el compromiso ocular, a las 16:00 horas.

Según Inchauste, entre el 30 y 40 por ciento de los pacientes de la CNS que van a consulta sufren de alguna enfermedad relacionada con la artritis reumatoidea. La mayoría son personas cuyas edades oscilan entre los 25 y 40 años.

Opiniones.

Carmen Rosa Claros

En estos grupos me orientan mucho, por ejemplo en la alimentación y los ejercicios. Vivo 16 años con la enfermedad, soy dependiente de insulina y voy conociendo a personas que tienen la misma enfermedad. Cada uno es diferente, pero nos ayudamos con consejos, después depende de cada uno. Por ejemplo, en mi caso, como harto y no me gusta la verdura. Estoy consciente de todo lo que necesito y no cumplo. Cuando salgo de aquí estoy más informada y trato de cambiar. Mis papás tenían diabetes, entonces aprendí mucho sobre los riesgos de la enfermedad.

Edme Arellano

Cada charla nos ayuda e informa para poder prevenir y controlar nuestra enfermedad. Aprovechamos este momento para aclarar las dudas que no podemos preguntar a los especialistas cuando vamos a consulta. Soy diabética desde hace once años y además tengo un problema renal. Venimos preocupados y nos vamos felices después de la charla, aprendemos más. Nuestra experiencia nos ayuda a enseñar a los otros y aconsejar sobre lo que deben hacer. En el grupo tenemos contacto. Siempre estamos atentos a la salud del otro porque puede haber alguna recaída. Somos como una familia.

Rosmery Limachi

De niña tengo la piel seca. Antes no tenía artritis, pero hace cinco años comenzaron las complicaciones y la depresión me atacó. Con estas charlas tenemos un tema central del que nos hablan los profesionales y ahí compartimos entre todos. Había una joven que vino adolorida, todavía no tenía tratamiento y le ayudaron con consejos básicos y útiles como usar trapitos calientes en las manos para evitar que siga el dolor. Hay muchas creencias y mitos que vamos contrarrestando con estas charlas. Creo que salvamos vidas y levantamos la autoestima.