MIS CIRCUNSTANCIAS
Patato Méndez, sobresaliente en radio y TV
29 de junio de 2017 (19:57 h.)
Hablaré de una personalidad muy cochabambina, que nunca morirá porque permanece en la memoria, no solo familiar, sino de todos los que tuvimos el privilegio de conocerla.
Comunicador innato, Ramiro Patato Méndez Méndez partió físicamente hace 11 años, truncando una trayectoria sobresaliente, cultivada en casi medio siglo intenso, en radio y televisión.
Hace más de 40 años lo visité en el Banco Do Brasil, donde era Gerente, para ser contratado en el programa Goles y Marcas, por recomendación de mi querido amigo Alberto Pollo Revollo. Desde entonces, escribí editoriales que leía, para orgullo y satisfacción mía, el gran Patato, con esa voz bien timbrada y reconocida por todos, desde que conducía los informativos de radio Centro, con otro emblemático como Milivoy Eterovic Matenda.
Copropietario de radio Cochabamba, condujo magistralmente su programa deportivo, en el que transitamos muchos con la vocación periodística, en la especialidad deportiva, seducidos por su inigualable personalidad que matizaba con su elegancia y sonrisa, para estimularnos como no lo haría nadie.
Nunca enseñaba o reprendía, suponía que todos tenían capacidad e idoneidad para el oficio en el que nos hacía sentir importantes, denotando preocupación por nuestra salud y familias, en las varias horas de transmisiones de fútbol y automovilismo, con trato preferencial.
La elaboración de los anuarios, grabados en estudio, era un trabajo completo en base a los libretos, que eran imprescindibles para cada programa que se emitía a mediodía y por la noche, de lunes a sábado.
Era satisfactorio trabajar con él en una época en la que había que madrugar para sintonizar las noticias deportivas de Rivadavia de la Argentina o recopilar notas que transmitía el teletipo de los 70.
Orgulloso de su descendencia, también lo era de Aurora, club en el que jugó hasta su lesión, con la misma elegancia y prestancia con la que lo conocimos después, actuando en los medios de comunicación y el estadio al que ingresaba pagando su boleto.
Apasionado del buen fútbol, era generoso elogiando los buenos partidos y jugadores, pero también era un crítico punzante cuando algunos no demostraban su profesionalismo en cancha. Oriundo de Punata, es de los cochabambinos inolvidables, con su fina ironía.
Comunicador innato, Ramiro Patato Méndez Méndez partió físicamente hace 11 años, truncando una trayectoria sobresaliente, cultivada en casi medio siglo intenso, en radio y televisión.
Hace más de 40 años lo visité en el Banco Do Brasil, donde era Gerente, para ser contratado en el programa Goles y Marcas, por recomendación de mi querido amigo Alberto Pollo Revollo. Desde entonces, escribí editoriales que leía, para orgullo y satisfacción mía, el gran Patato, con esa voz bien timbrada y reconocida por todos, desde que conducía los informativos de radio Centro, con otro emblemático como Milivoy Eterovic Matenda.
Copropietario de radio Cochabamba, condujo magistralmente su programa deportivo, en el que transitamos muchos con la vocación periodística, en la especialidad deportiva, seducidos por su inigualable personalidad que matizaba con su elegancia y sonrisa, para estimularnos como no lo haría nadie.
Nunca enseñaba o reprendía, suponía que todos tenían capacidad e idoneidad para el oficio en el que nos hacía sentir importantes, denotando preocupación por nuestra salud y familias, en las varias horas de transmisiones de fútbol y automovilismo, con trato preferencial.
La elaboración de los anuarios, grabados en estudio, era un trabajo completo en base a los libretos, que eran imprescindibles para cada programa que se emitía a mediodía y por la noche, de lunes a sábado.
Era satisfactorio trabajar con él en una época en la que había que madrugar para sintonizar las noticias deportivas de Rivadavia de la Argentina o recopilar notas que transmitía el teletipo de los 70.
Orgulloso de su descendencia, también lo era de Aurora, club en el que jugó hasta su lesión, con la misma elegancia y prestancia con la que lo conocimos después, actuando en los medios de comunicación y el estadio al que ingresaba pagando su boleto.
Apasionado del buen fútbol, era generoso elogiando los buenos partidos y jugadores, pero también era un crítico punzante cuando algunos no demostraban su profesionalismo en cancha. Oriundo de Punata, es de los cochabambinos inolvidables, con su fina ironía.