Una niña de cinco años fue hospitalizada de emergencia, el domingo, luego de que su madre la rociara con alcohol y le prendiera fuego. La mujer alegó que solo pretendía asustarla y que nunca pensó que podía quemarla realmente. Fue aprehendida y la Fiscalía pidió su detención preventiva en la cárcel de Palmasola. El caso ocurrió en la ciudad de Santa Cruz.

La fiscal de materia, Celika Córdoba, informó que constató el hecho en el barrio Calama, radial 17.5, de la capital oriental.

La mujer, que vivía en una habitación con sus dos hijos pequeños, una niña de cinco y un varón de tres, admitió que ella quemó a su hija, pero aseguró que esa no era su intención.

“La madre dijo que su hija es hiperactiva y que estaba estresada por sus constantes travesuras. La niña tomaba sus monedas y las hacía desaparecer”, describió la fiscal. La mujer confesó que, para “asustar” a la niña y que no se anime a tomar sus cosas de nuevo, le roció las manos con alcohol y algunas gotas salpicaron a su cabeza. “Prendió un fósforo para hacerle creer que la quemaría, pero cerca del inflamable alcohol, las llamas se encendieron en un segundo y envolvieron a la niña”. Pese a que la madre apagó el fuego de inmediato, la pequeña sufrió quemaduras en las manos, parte de un brazo, parte del rostro y parte del pecho. Un forense le otorgó 60 días de impedimento. La criatura dijo que su madre “siempre la castigaba”. La mujer fue imputada por violencia familiar y lesiones graves. La Defensoría de la Niñez se hará cargo de la víctima y su hermanito.