OJO DE VIDRIO
La caverna de Platón
26 de junio de 2017 (20:05 h.)
Platón imaginó una caverna en la cual los seres humanos viven de espaldas a la realidad, pues solo ven sus sombras. Tons es necesario que un filósofo les sugiera que se den la vuelta y la contemplen como es, y no como parece ser.
Algo así ocurre en nuestra sociedad y en la educación, en especial superior: que vivimos de espaldas a la realidad y no la reflejamos o no nos interesa, tan enfrascados estamos en sus sombras.
La semana pasada hubo dos acontecimientos: la cumbre de Tiquipaya y el Año Nuevo Andino, Amazónico y Chaqueño. A la primera concurrieron no solo gente famosa, como el presidente Correa o el expresidente español Zapatero, sino muchas y muchos otros personajes, entre otros el ministro del Vivir Bien en Colombia, Freddy Ehlers, a quien entrevistamos en Televisión Universitaria por cortesía del director de Agruco, Freddy Delgado. Una conversación sincera y aleccionadora que se puede ver en Youtube. Pero no hubo reacción de la opinión pública ni tampoco entrevistas a quienes dieron un espectáculo musical para los asistentes a la cumbre, entre ellos Tupay, para solo mencionar un conjunto.
Lo segundo arrancó críticas y no observaciones elementales. Hay “intelejtuales” prestos a comentar a sus sponsors e ignorar lo nuestro, o atacarlo con ironías, no con argumentos. Hace un año salió en un matutino paceño una entrevista al dirigente universitario Moisés Gutiérrez, perteneciente a la juventud aimara universitaria, que propició con el MUJA (Movimiento Universitario de la Juventud Aymara) la presencia del MITKA y del MRTK, dos expresiones kataristas en medio del debate político de los 70, y entonces dice que en 1980 se realizó el Primer Encuentro Indio en Ollantaytambo, Perú, y que allí los jóvenes aymaras invitaron a los asistentes a conocer Tiwanacu y celebrar el Año Nuevo Andino, para lo cual contrataron a un yatiri. ¿Cómo calcularon el año aimara 5525? 525 años desde la llegada de Colón y de ahí, 5.000 años atrás. 5.000 años conjeturales, pero el ahora exdirector del Museo Universitario, Wálter Sánchez, dice que 5.000 años es poco, si hay en el Museo restos de culturas de 18.000 años. Quizá nuestros abuelos agricultores se guiaban por el calendario lunar, no solar (Wálter Sánchez dice que por las estrellas).
Peor aún si volvemos los ojos a la historia: muchos políticos ignoraron la Revolución del 52 y, más aún, el problema étnico y colonial, que hoy les sorprende como si fuera un problema nuevo y no viniera de hace siglos. Cosas que pasan por vivir en una caverna. De Platón.
Algo así ocurre en nuestra sociedad y en la educación, en especial superior: que vivimos de espaldas a la realidad y no la reflejamos o no nos interesa, tan enfrascados estamos en sus sombras.
La semana pasada hubo dos acontecimientos: la cumbre de Tiquipaya y el Año Nuevo Andino, Amazónico y Chaqueño. A la primera concurrieron no solo gente famosa, como el presidente Correa o el expresidente español Zapatero, sino muchas y muchos otros personajes, entre otros el ministro del Vivir Bien en Colombia, Freddy Ehlers, a quien entrevistamos en Televisión Universitaria por cortesía del director de Agruco, Freddy Delgado. Una conversación sincera y aleccionadora que se puede ver en Youtube. Pero no hubo reacción de la opinión pública ni tampoco entrevistas a quienes dieron un espectáculo musical para los asistentes a la cumbre, entre ellos Tupay, para solo mencionar un conjunto.
Lo segundo arrancó críticas y no observaciones elementales. Hay “intelejtuales” prestos a comentar a sus sponsors e ignorar lo nuestro, o atacarlo con ironías, no con argumentos. Hace un año salió en un matutino paceño una entrevista al dirigente universitario Moisés Gutiérrez, perteneciente a la juventud aimara universitaria, que propició con el MUJA (Movimiento Universitario de la Juventud Aymara) la presencia del MITKA y del MRTK, dos expresiones kataristas en medio del debate político de los 70, y entonces dice que en 1980 se realizó el Primer Encuentro Indio en Ollantaytambo, Perú, y que allí los jóvenes aymaras invitaron a los asistentes a conocer Tiwanacu y celebrar el Año Nuevo Andino, para lo cual contrataron a un yatiri. ¿Cómo calcularon el año aimara 5525? 525 años desde la llegada de Colón y de ahí, 5.000 años atrás. 5.000 años conjeturales, pero el ahora exdirector del Museo Universitario, Wálter Sánchez, dice que 5.000 años es poco, si hay en el Museo restos de culturas de 18.000 años. Quizá nuestros abuelos agricultores se guiaban por el calendario lunar, no solar (Wálter Sánchez dice que por las estrellas).
Peor aún si volvemos los ojos a la historia: muchos políticos ignoraron la Revolución del 52 y, más aún, el problema étnico y colonial, que hoy les sorprende como si fuera un problema nuevo y no viniera de hace siglos. Cosas que pasan por vivir en una caverna. De Platón.