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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Alexis es “maravilloso”, pero Alemania iguala

Alexis es “maravilloso”, pero Alemania iguala


Chile puso contra las cuerdas a Alemania en la Copa Confederaciones, pero tuvo que conformarse con el empate (1-1) tras una magnífica primera parte, en la que a la Roja le sobró juego y le faltó otro tanto para batir a la campeona del mundo.

Los chilenos se plantaron con el corazón y los alemanes apelaron a la cabeza. Fue el mejor partido del torneo y un empate que deja todo abierto en el grupo B con vistas a la última jornada de la primera fase.

En un lance que olía a final mundialista más que a la primera fase de la Copa, Chile dio un recital durante 45 minutos, en los que la máquina alemana hizo agua por todas partes, aunque empató en un golpe al filo del descanso.

Joachim Löw realizó algunos ajustes en el descanso y su equipo recuperó el control en la segunda parte, pero le faltó malicia.

Ante el potencial del rival, ambos entrenadores introdujeron algunos cambios: Juan Antonio Pizzi reforzó el centro del campo con el jugador del Celta Pablo Hernández en sustitución de Fuenzalida y Löw también retiró un delantero, Wagner, y salió de inicio con tres centrales.

Chile comenzó como un vendaval con una presión asfixiante por toda la cancha que dio sus frutos.

Tras varias incursiones con peligro, Alexis tiró una pared con Arturo Vidal, cuyo pase dejó solo al delantero del Arsenal, que batió a Ter Stegen con un disparo de zurda después de que el balón golpeara en un poste (minuto 6).

Solo Draxler, el capitán de la Mannschaft a sus 23 años, lo intentó desde fuera del área, pero su disparo salió ligeramente por encima de la cruceta.

A partir del cuarto de hora pareció que los alemanes comenzaban a desperezarse con varios avisos por las bandas e incursiones desde la segunda línea, como una que acabó con un disparo de Rudi, que fue detenido con seguridad por Herrera.

Todo fue un espejismo. Vargas se sacó de la chistera un obús que hizo temblar la portería defendida por el meta barcelonista, ya que la pelota fue repelida por el larguero y rebotó no lejos de la línea de gol.

La Roja no dejó de buscar el segundo tanto entre los olés de su afición, ya que miles de seguidores se citaron en el Kazán Arena.

Los pupilos de Pizzi siguieron martilleando, pero les faltó un poco de acierto.

Cuando los equipos estaban a punto de irse a los vestuarios, los alemanes enlazaron su primera combinación decente y empataron el partido.

Emre Can se internó casi hasta el área grande y dio un magnífico pase raso a la espalda de la defensa para que Kimmich diera un disparo al corazón del área que fue aprovechado por Stindl para marcar el tanto (minuto 43).