El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos confirmó ayer que dejará Bolivia antes de finalizar diciembre de este año y monitoreará el país desde Santiago, Chile, donde tiene una oficina regional que actualmente hace seguimiento a otros estados latinoamericanos, tales como Brasil, Paraguay, Uruguay, Perú y Ecuador.

"Entonces, al momento de cerrar nuestras operaciones acá, esta oficina se encargará de hacer seguimiento, de la asistencia técnica desde Santiago de Chile; lo está haciendo para Perú, para Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y lo hará para Bolivia en el futuro. Al final de diciembre la oficina ya no estará en el país", informó el representante de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Bolivia, Denis Racicot, observador en la Conferencia Mundial de Pueblos que se clausuró ayer en Tiquipaya, Cochabamba.

UNA DÉCADA Recordó que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas llegó a Bolivia en virtud de un acuerdo firmado el 13 de febrero de 2007 y el mandato fue renovado en tres oportunidades, en agosto de 2010, en agosto de 2013, y en agosto de 2015, por última vez, hasta el 31 de diciembre de 2017.

Racicot explicó que hacer el monitoreo de un país sobre los derechos humanos, desde otro Estado, no es lo mismo que tener una oficina en el lugar, pero permite pronunciarse, aunque de una manera más general.

Explicó que antes de dejar Bolivia, esa oficina presentará un último informe global sobre el estado de los derechos humanos en el país, en el marco de los procedimientos regulares que tiene ese organismo internacional.

El 4 de mayo de este año, la Cancillería de Bolivia confirmó del cese de funciones de esa oficina y reiteró "su firme compromiso con el respeto a los derechos humanos en el país y su disposición a continuar trabajando con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos a través de opciones alternativas de apoyo".

Las prioridades de esta oficina, según su página web son: fortalecer los mecanismos internacionales de derechos humanos; fomentar la igualdad y luchar contra la discriminación; combatir la impunidad y reforzar la rendición de cuentas y el Estado de derecho.    

Una década

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas llegó a Bolivia el 13 de febrero de 2007.