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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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NOESIS

Sus quintacolumnistas

Sus quintacolumnistas
Ningún movimiento se hace poder sin que tenga sus avanzadas en los sectores de intelectuales que legitiman el orden. En Bolivia, el neoliberalismo cayó precisamente porque los movimientos emergentes enfilaron en sus columnas a intelectuales del neoliberalismo. Quintacolumnistas que se prestaron, ya sea vía la filtración de información o de posiciones abiertamente críticas, a socavar las bases morales y de credibilidad del neoliberalismo. Sin el apoyo consciente y oportunista de estos quintacolumnistas dentro de las fauces del neoliberalismo, la derrota del sistema hubiese sido más difícil. Los ejemplos de quintacolumnistas entre el 2000 y el 2006 son cuantiosos.

El gran dilema de la oposición, después de 11 años de régimen azul, es que no cuenta con quintacolumnas en el seno del poder masista. Los que podían jugar ese rol han optado, después de cinco años, más a estar con la mieses del poder, o por salirse y son ahora férreos opositores. Muchos se salieron por haber aceptado su equivocación al haber creído ingenuamente que con el MAS se habría un proceso de profundización de la democracia. “No es por esto por lo que apoyamos. Esto es ya una dictadura”, sentencian. Otra buena parte se ha salido porque los espacios de poder a los que aspiraba se cerraron, o sus padrinos entraron en desgracia.

Sin embargo, y esto es lo novedoso, es llamativo, a más de una decena de años de un Gobierno que ha demostrado estar en contra de los vientos de la historia y solo pretender el poder absoluto, que gente que figuraba y que aún se presenta como opositora, haga, en la práctica, todo lo posible para congraciarse con el régimen. Sus argumentos son variopintos: “No podemos ser radicales”; “Este Gobierno ha cambiado la historia”; “Después del MAS no hay nada”; “La oposición no tiene propuesta”; “La oposición no tiene gente joven”; “No es Evo el malo, es su entorno”.

La sinvergüenzura —desconcierto ideológico, dirían los clásicos— de decenas de intelectuales es uno de los abonos que le da aún vida al régimen, y es la principal causa de la debilidad de la oposición. Los quintacolumnistas del régimen (intelectuales supuestamente opositores) al interior de oposición son las termitas que destruyen las probabilidades de resistencia ordenada y coordinada. Las termitas, actuando en el seno de la oposición, son el mayor logro del MAS. Por eso tenemos a una buena parte de la oposición pensando no en socavar al régimen, sino en cómo pactar con él. Cientos de intelectuales han optado por el silencio cómplice. Muchos dicen que no son activistas, que son observadores de la realidad, y andan buscando la cara bonita del régimen para ensalzar esa realidad.