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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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SENTIDO COMÚN

Jubilación para las amas de casa

Jubilación para las amas de casa
El trabajo no remunerado es realizado de manera casi exclusiva por las mujeres. Ellas realizan actividades durante todo el día, sin recibir ningún pago y en muchos casos sin reconocimiento ni valoración. En nuestro país, se estima que 9 de cada 10 mujeres realizan el trabajo doméstico y el trabajo de cuidado que significa limpiar, cocinar, lavar, planchar, hacer compras, pagar servicios, realizar trámites de todo tipo para la familia y especialmente cuidar a los y las niñas, ancianos y ancianas, personas que caen enfermas y, en casos especiales, a personas con discapacidad. En nuestra ciudad, existen pocos centros para el cuidado de personas con capacidades diferentes. También es importante considerar que la mayoría de los hombres no realiza labores domésticas, aun en el caso de los desempleados.

A las mujeres que dedican 100 por ciento de su tiempo a las tareas del hogar se las llama amas de casa. Cuando se realizan encuestas o investigaciones relacionadas a la ocupación de las personas, se califica a las amas de casa como “población económicamente inactiva”.

En el último tiempo, las feministas han incluido nuevos conceptos de economía. Consideran la economía productiva, por un lado, y la economía del cuidado, por otro. La economía productiva es el sector de la economía de un país que produce bienes y servicios que se compran y se venden. Esta es realizada en su mayoría por los hombres que son los proveedores del hogar. La economía del cuidado es el trabajo de las mujeres que generalmente se realiza en las casas. Tiene que ver fundamentalmente con la reproducción, el cuidado y el mantenimiento de la vida en su sentido más profundo. Por lo tanto, si las mujeres no realizarían este trabajo, la vida no sería posible. Asimismo, esto no solo significa alimentar y vestir a la familia, sino también dar valores como el amor y el cariño, elementos necesarios para que las personas en el futuro puedan tener un equilibrio emocional y enfrentar los desafíos de mejor manera. Este trabajo no produce valores de cambio, sino más bien produce valores de uso.

A pesar de todo el esfuerzo realizado a lo largo de los años, en muchos casos las mujeres quedan sin perspectivas para tener los últimos años de su vida al menos garantizada su subsistencia. Al no ingresar al mercado de trabajo, no tienen aportes y, por lo tanto, su futuro es incierto, a pesar de que toda su vida han trabajo hasta más de las ocho horas que estipula la ley.

Según el artículo 338 de nuestra Constitución, “El Estado reconoce el valor económico del trabajo del hogar como fuente de riqueza y deberá cuantificarse en las cuentas públicas”. Este nos parece un avance de valoración, pero, para que tenga aplicación práctica este artículo, el Gobierno debe realizar análisis y estudios para cuantificar cuánto realmente aportan las amas de casa, y de esta manera proponer una ley, mediante la cual se implemente la jubilación para las amas de casa, reconociendo que sin ellas la vida no sería posible.