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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Gato por liebre

Gato por liebre
Desde que surgió la publicidad, con ella nació la publicidad engañosa. No es nuevo que en el nuestro y en todos los países se intente comercializar bienes y servicios mediante mentiras o verdades a medias. Lo que sí parece novedoso es que este fenómeno haya llegado a productos tan básicos como la leche, que es requerida sobre todo por los más pequeños para su desarrollo físico integral. La llamada era de la posverdad parece ensañarse aun con las necesidades humanas más básicas.

El más reciente de estos casos es el de un alimento producido por el grupo peruano Gloria, cuestionado en su país y Panamá por no ser 100 por ciento leche evaporada, tal como se anunciaba. Las autoridades bolivianas esperan tener hoy resultados de un análisis de laboratorio para verificar la autenticidad de los componentes del enlatado, que también está en nuestros mercados, y tomar medidas al respecto. En declaraciones a EFE, el director del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), Javier Suárez, explicó que se enviaron muestras de Pura Vida al laboratorio "para corroborar la composición" descrita en su etiqueta y en la ficha técnica entregada por la empresa para su registro.

El caso de Pura Vida salió a la luz después de que el pasado viernes las autoridades sanitarias de Panamá comunicaran que no aceptarán la entrada del producto a su mercado mientras sus etiquetas digan que es leche evaporada. El Grupo Gloria admitió que el producto no es leche evaporada, y anunció que iba a cambiar su etiquetado para adecuar sus operaciones a las normativas del país centroamericano.

El organismo supervisor peruano Indecopi ordenó el miércoles a ese grupo que inmovilice y suspenda la venta de todos los lotes de Pura Vida, que era ofrecido en el país vecino como leche a pesar de que también contiene otros ingredientes. La decisión se adoptó tras evaluar información entregada por la Dirección General de Salud (Digesa) del Ministerio de Salud ante dos comisiones del Congreso peruano. Según las autoridades peruanas y la etiqueta del producto, Pura Vida contiene "leche evaporada parcialmente descremada con leche de soya, maltodextrina, grasa vegetal, minerales (hierro y zinc) y enriquecida con vitaminas A y D".

La representante de Digesa María Eugenia Nieva explicó que en 2014 se aprobó el registro sanitario que definía a Pura Vida como alimento lácteo evaporado, pero este fue modificado en 2015 como leche evaporada. "Ha sido un error, pero lo estamos corrigiendo en beneficio de los consumidores". Gloria comunicó el martes que eliminará la imagen de una vaca "de cualquier producto que no es íntegramente de leche de vaca" y que para mejorar la información que ofrece al consumidor promoverá mejoras en la denominación.

Por supuesto, los consumidores no somos ingenuos. Sabemos que el “error” no es una casualidad o un descuido, sino un procedimiento para ahorrar costos comercializando algo que no es lo que se dice, siendo en este caso la cuestión agravada por tratarse de un producto vital para los niños. En ese marco, si bien conocemos que en Perú no se dictaron mayores sanciones contra la empresa, pensamos que, de comprobarse que a nosotros también nos estuvieron vendiendo gato por liebre, que es lo más probable, nuestras autoridades tendrían que tomar acciones drásticas con los importadores.

OPINIÓN publicó ayer que 30 denuncias se han registrado desde que entró en vigencia el Reglamento en Aplicación del Derecho a la Información y Prevención de Publicidad Engañosa o Abusiva de los Servicios o Productos Ofertados, dependiente de la Ley General de los Derechos de Usuarios y Consumidores. El Estado debe ampliar la implementación de esta norma, fortaleciendo al Viceministerio de Defensa de los Derechos de Usuarios y Consumidores. Esta instancia debería contar con reparticiones técnicas propias o, en su caso, tener una alianza y un mayor acceso a este tipo de instancias que certifican los productos.