Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 19:42

ELENA FRANCISCA F. ADMITIÓ QUE SU CONCUBINO GOLPEÓ A NADIA Y QUE UN DÍA ANTES DE SU MUERTE LA MORDIÓ “JUGANDO”. EN CUANTO VIO EL CADÁVER DE SU HIJA PREGUNTÓ SI LA HABÍAN VEJADO.

Encarcelan a madre de la niña asesinada tras contar su versión

Encarcelan a madre de la niña asesinada tras contar su versión



Elena Francisca F., la madre de la pequeña niña asesinada en Cerro Verde, Nadia Mendoza, fue imputada ayer por el delito de violencia familiar en grado de complicidad y el Juzgado Cautelar 6 ordenó su detención preventiva en la cárcel de San Sebastián de Cochabamba.

La joven de 24 años insistió en que ella jamás agredió a su hija, pero admitió que el sábado 20 de mayo la dejó al cuidado de Eulogio T., el padre de su concubino Brandon, con “solo” dos moretones en el cuerpo, uno en la mejilla y el otro en la pierna. Ambos le fueron causados por Brandon, en circunstancias distintas.

OPINIÓN accedió a las declaraciones efectuadas por Elena ante la Fiscalía, el 24 de mayo y, en el documento, ella cuenta que nació en Oropeza, Chuquisaca, el 16 de enero de 1993 y que se vino a vivir a Cochabamba en enero de 2017, con su hija Nadia Mitzuki Mendoza Frimat quien iba a cumplir dos años de vida el próximo 3 de julio.

Ambas se fueron a vivir como inquilinas en una habitación de Cerro Verde donde conoció a Brandon T.C. y se enamoró de él. Desde hace dos meses empezaron a vivir juntos. “Al principio Nadia estaba en la guardería, pero este último mes ya no. Yo la dejaba al cuidado de don Eulogio, el papá de mi concubino, mientras trabajaba en una tienda de ropa de la San Martín y Jordán”, describió.

Cuando el fiscal le pregunta cómo trataba Brandon a su hija, Elena respondió que al principio le trataba bien, “pero una vez sí la pegó y le dejó un morete en su pierna derecha que nunca desapareció. Desde esa vez yo dejabaa mi hija con don Eulogio, que la cuidaba bien y le daba comida”.

La madre admitió que no denunció a Brandon por agredir a la niña y se justificó argumentando que al llegar a Cochabamba fue al SLIM a pedir ayuda porque no tenía trabajo y solo le ofrecieron apoyo psicológico. “No denuncié porque en el SLIM no me hicieron caso”.

El segundo moretón, en la mejilla de Nadia, se formó “luego de que Brandon la mordiera mientras estaba jugando con ella”, el 19 de mayo”.

El sábado 20 de mayo, Elena Francisca salió de su casa a las 8:30 rumbo a su trabajo, en la tienda Dey Fashion Center. “Ese día la dejé a mi hija con don Eulogio. Ella estaba completamente sana. Yo le cambié su ropa la noche anterior y la revisé. No tenía nada más que esos dos moretes”.

A las tres y media de la tarde del sábado, el hermano menor de su concubino llegó hasta su trabajo para avisarle que Nadia se había atorado mientras comía y que la habían llevado al hospital Harry Williams.

“Pedí permiso en mi trabajo para poder irme y tomé un taxi hacia el hospital, pero había una trancadera grande. En el trayecto llamé a Brandon y le pregunté qué pasó. Me dijo que se atragantó al comer pollo. Me pidió perdón y me dijo que no le pudo cuidar. Yo le colgué”. Elena volvió a llamarlo poco antes de llegar al hospital para preguntarle si la niña estaba internada. “Brandon me dijo que estaba muerta”.

Elena: “La doctora me mostró su cuerpo con moretes y le pregunté si la violaron”

Luego de enterarse que su hija había fallecido, supuestamente tras atragantarse, Elena llegó al hospital Harry Williams y se entrevistó con la médico de turno. “La doctora me dijo que mi hija había llegado sin signos vitales y me mostró todos los moretones que tenía en su cuerpo. Yo me puse a llorar y le pregunté si la habían violado. Ella me dijo que sí la habían violado, por los dos lados. Yo me puse a llorar más, apenas la pude tocar y me sacaron de ahí”.

El fiscal le consultó si antes de llegar a Cochabamba, en el mes de enero, ella o el padre biológico de la niña la maltrataron en alguna ocasión. Elena respondió que ella nunca agredió a su hija, pero que su papá, Juan Carlos Mendoza sí lo hizo una vez, cuando era una bebita y no paraba de llorar en Sucre. “Él se desesperó y le apretó su cuerpito y la bebé tardó unos dos meses en mover su cuellito hacia un lado y, por eso, yo ya no le confiaba a la bebé”. Según la madre, después que se vinieron a vivir a Cochabamba, Mendoza solo la llamaba alguna vez y aunque ella le dio su nuevo número, nunca vino a visitar a la hija de ambos. Tampoco le daba asistencia familiar porque no llegaron a concluir el trámite. “Yo lo demandé por infidelidad y él era muy agresivo, me amenazaba con quitarme a mi hija. Fui a pedir una orden de alejamiento y no me la quisieron dar, solo si estuviera en peligro de muerte me dijeron, en Sucre”.

“Me fui de la morgue  porque me hacía frío” 

Interrogada sobre el porqué no asistió al velorio ni al entierro de su hija, Elena le echó la culpa al padre biológico, Juan Carlos Mendoza, y a la Defensoría de la Niñez, por no haberle avisado de los mismos. Aceptó que estuvo en la morgue esperando que los restos de la niña salieran de la autopsia. “Juan Carlos me llamó y me dijo que iba a llegar a las cinco. Le expliqué que me habían quitado mi celular y que estaba con ese otro número. Yo sufro de descalcificación de los huesos y artritis, el frío me hace mal y por eso me fui a la casa de la familia de mi concubino. No tenía adónde más ir”. Según Elena, llamó varias veces a Juan Carlos y al personal de la Defensoría para saber del velorio y del entierro, pero no le contestaron ni le devolvieron la llamada. “Me privaron de mi derecho”, sostuvo, pero no le preguntaron porqué no indagó por sus propios medios.

“No tenía mi carnet para denunciar ni para nada”

La madre de Nadia también fue interrogada sobre porqué ella no formalizó denuncia en contra de su concubino y del padre de él, ni asistió a la audiencia cautelar para exigir justicia. Elena respondió que su carnet de identidad y sus otros documentos se habían quedado encerrados en la habitación precintada por la Policía como “escena del crimen”.

“Ni en la morgue me querían dar información sobre la causa de muerte de mi hija, porque no tenía mi carnet”. La madre no opinó sobre la presunta culpabilidad de su pareja, pero arremetió contra el padre biológico de Nadia argumentando que “ahora hace tanto alboroto. Cuando yo estaba embarazada de nuestra hija, dos veces quiso obligarme a abortarla. Yo nunca maltraté a mi hija, era mi chiquitita, la llevaba a todas partes”, concluyó la mujer en sus declaraciones ante el fiscal Rubén Murillo.