BITÁCORA ECONÓMICA
Devaluación de Temer
21 de mayo de 2017 (19:17 h.)
Los escándalos de corrupción que alcanzan al presidente de Brasil, Michel Temer, por una conversación telefónica con Joesley Batista, un empresario de frigoríficos en Brasil, en la que se exponen pruebas de un pago de soborno a cambio de silenciar al exdiputado Eduardo Cunha, preso en Curitiba por la Operación Lava Jato, están generando variados efectos.
El objetivo de mi artículo no es analizar los efectos políticos de los posibles actos de corrupción del presidente Temer, sino, más bien, dar cuenta de los efectos económicos no solo para Brasil, sino para la región, de tales hechos de corrupción.
El primer impacto fue una durísima devaluación nominal del real brasileño, en un 8.44 por ciento , como una señal de incertidumbre y desconfianza de los mercados a las acusaciones de corrupción de Temer, que fueron divulgadas por el Tribunal Supremo Federal este jueves 18 de mayo.
Las abruptas caídas del valor del real brasileño y de la Bolsa de Sao Paulo son la respuesta natural y racional de los inversionistas locales en Brasil a una noticia política o a una tendencia negativa, de la cual desean protegerse, acudiendo a un activo cuyo valor es inmune a ese hecho o ruido negativo, y ese activo por excelencia es el dólar estadounidense, aunque también es el oro si el efecto es global.
Cuando una moneda local se devalúa, automáticamente otras se revalúan e inciden en la actividad interna y externa de esas economías. Por ejemplo, si el miércoles 17 de mayo de este año podía usted comprar 10 reales brasileros con 22.3 bolivianos, el jueves 18 solamente tendría que haber pagado 20.5 bolivianos por los mismos 10 reales. Es decir, se hubiese ahorrado 1.80 bolivianos.
En ese escenario, es posible que le convenga importar cosas de Brasil y, en todo caso, si exportó algo a Brasil y le pagaron por decir 1.000 reales y usted pensaba tener 2.230 bolivianos en su billetera, solo tendrá que conformarse con 2.050, dejando de percibir 180, que podía ser la ganancia que se esperaba. En resumen, los posibles actos de corrupción del Presidente de un país vecino pueden tener efectos en los bolsillos de muchas personas que en primera instancia piensan que nada tienen que ver con la política y menos de otro país. Se equivocan, el resultado impacta en la billetera.
Me causó vergüenza ajena cuando un colega economista dijo hace menos de una semana que nuestros vecinos como Brasil devalúan para defender su producción nacional. Las devaluaciones vienen de manera inesperada e impensada, causadas por el miedo, la incertidumbre y el elevado riesgo país.
El objetivo de mi artículo no es analizar los efectos políticos de los posibles actos de corrupción del presidente Temer, sino, más bien, dar cuenta de los efectos económicos no solo para Brasil, sino para la región, de tales hechos de corrupción.
El primer impacto fue una durísima devaluación nominal del real brasileño, en un 8.44 por ciento , como una señal de incertidumbre y desconfianza de los mercados a las acusaciones de corrupción de Temer, que fueron divulgadas por el Tribunal Supremo Federal este jueves 18 de mayo.
Las abruptas caídas del valor del real brasileño y de la Bolsa de Sao Paulo son la respuesta natural y racional de los inversionistas locales en Brasil a una noticia política o a una tendencia negativa, de la cual desean protegerse, acudiendo a un activo cuyo valor es inmune a ese hecho o ruido negativo, y ese activo por excelencia es el dólar estadounidense, aunque también es el oro si el efecto es global.
Cuando una moneda local se devalúa, automáticamente otras se revalúan e inciden en la actividad interna y externa de esas economías. Por ejemplo, si el miércoles 17 de mayo de este año podía usted comprar 10 reales brasileros con 22.3 bolivianos, el jueves 18 solamente tendría que haber pagado 20.5 bolivianos por los mismos 10 reales. Es decir, se hubiese ahorrado 1.80 bolivianos.
En ese escenario, es posible que le convenga importar cosas de Brasil y, en todo caso, si exportó algo a Brasil y le pagaron por decir 1.000 reales y usted pensaba tener 2.230 bolivianos en su billetera, solo tendrá que conformarse con 2.050, dejando de percibir 180, que podía ser la ganancia que se esperaba. En resumen, los posibles actos de corrupción del Presidente de un país vecino pueden tener efectos en los bolsillos de muchas personas que en primera instancia piensan que nada tienen que ver con la política y menos de otro país. Se equivocan, el resultado impacta en la billetera.
Me causó vergüenza ajena cuando un colega economista dijo hace menos de una semana que nuestros vecinos como Brasil devalúan para defender su producción nacional. Las devaluaciones vienen de manera inesperada e impensada, causadas por el miedo, la incertidumbre y el elevado riesgo país.