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El trabajador fabril

El trabajador fabril
El 18 de mayo de 2016, mediante Ley Nº 782, se decretó el Día del Trabajador Fabril, conmemorando la lucha histórica de los obreros de las fábricas. La jornada fue reconocida por Decreto Supremo Nº 3060 de 1952, con suspensión de actividades y goce de haberes en todo establecimiento fabril, comprendiéndose que en él están obreros, empleados, administrativos, profesionales y todos quienes forman parte de la cadena productiva.

Del 28 al 30 de mayo de 1949, se produjeron las masacres en Siglo XX y Catavi, perpetradas por el régimen de la oligarquía minero feudal, que se caía a pedazos, sumando la cárcel, el exilio y persecuciones a dirigentes mineros, como una forma de parar el movimiento obrero y popular que crecía día a día, con huelgas y movilizaciones incesantes, pese a la brutal represión, junto a campesinos y fabriles en las ciudades.

Mamerto Urriolagoitia gobernaba en 1950, producto de un golpe de Estado, llamado “Mamertazo” y provocado para anular las elecciones generales cuyo ganador era Víctor Paz Estenssoro. El 1 de mayo de ese año, se produjo una de las más grandes concentraciones en la ciudad de La Paz y otras, el campo y las minas. Las movilizaciones estaban en ascenso contra la dictadura del represor, llegando a su cúspide en una combativa protesta nacional, el 17 de mayo, cuando se hizo un llamado a los trabajadores fabriles a la huelga general indefinida, a la que se sumaron mineros, ferroviarios, bancarios, universitarios, comerciantes y otros sectores, conformándose el combativo Comité de Coordinación, con la finalidad de unificar la lucha y tomar la dirección de las movilizaciones que estaban aisladas, logrando un Comité representado por sindicatos y partidos de izquierda.

El Gobierno de Urriolagoitia, como respuesta, declaró Estado de sitio, ordenó la represión, persecución, apresamiento y encarcelamiento de los dirigentes, aglutinando, el 18 de mayo de 1950, a los obreros fabriles en el glorioso y combativo barrio paceño de Villa Victoria. Este lugar se transformó en un histórico centro de la lucha fabril, encabezada por los trabajadores textiles, quienes levantaron barricadas ante el cerco policial y militar. El ascenso y masificación de la huelga general indefinida se transformaba paulatinamente en una insurrección nacional. De la protesta se pasó a la acción política, toda vez que los trabajadores fabriles respondieron a la represión policial desencadenando una jornada combativa casa por casa. Es el bosquecillo de Pura Pura donde el Gobierno utilizó artillería y aviación para bombardear salvajemente los barrios obreros, pero solo tras dos días de combate, con incontables muertos y heridos, pudo retomar el control.