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Adiós a Cornell, adiós a una época

Adiós a Cornell, adiós a una época
Andrew Wood (8 de enero de 1966 - 19 de marzo de 1990), Kurt Cobain (20 de febrero de 1967 - 5 de abril de 1994), Shannon Hoon (26 de septiembre de 1967 - 21 de octubre de 1995), Layne Staley (22 de agosto de 1967- 5 de abril de 2002), Scott Weiland (27 de octubre de 1967 - 3 de diciembre de 2015). A esa lista de fallecidas leyendas estadounidenses de un movimiento rockero y generacional, el grunge, se ha sumado el pasado jueves Christopher John Boyle (Seattle, 20 de julio de 1964), mejor conocido como Chris Cornell.

Un médico forense confirmó ese día en Detroit (EEUU) que el cantante de los grupos Soundgarden y Audioslave se suicidó, informaron medios estadounidenses. Las autoridades recibieron una llamada de emergencia hacia la medianoche procedente de un amigo de Cornell, que fue a comprobar el estado del artista en su habitación del hotel MGM Grand, de Detroit, donde lo encontró inconsciente en el suelo del cuarto del baño. Otro portavoz del departamento de Policía indicó previamente que el cuerpo del cantante se encontró con una cinta alrededor del cuello.

El también vocalista de Temple of the Dog se encontraba en Detroit actuando con Soundgarden, con la que se había embarcado en una gira por Estados Unidos que comenzó en abril, según informó su representante, Briam Bumbery. La familia y el manager del fallecido agradecieron a "sus seguidores, el continuo amor y la lealtad" que han mostrado al artista y les pidieron "que su privacidad sea respetada". El músico de rock alternativo y hard rock, ganador de dos Grammy, había actuado la noche anterior en el Fox Theatre de Detroit, en el estado de Michigan.

Cornell nació hace 52 años, y comenzó en el mundo de la música a los siete, cuando se aficionó a tocar el piano. Su carrera musical, dentro de la escena del rock, se inició en Seattle al formar la banda Soundgarden en 1984, que jugó un papel importante en el movimiento grunge de los años 90. El grupo se disolvió en 1997 y en 2001 Cornell se unió a tres exmiembros de Rage Against the Machine para formar Audioslave. Y, aunque aún está vivo y actuando Eddie Vedder (Pearl Jam), con Cornell se va una parte fundamental del género rockero que conquistó a una generación desencantada.

Ramona, el suplemento cultural de OPINIÓN, trae mañana domingo un gran especial sobre el fallecimiento del artista, así como sobre lo que significó el grunge para los seguidores bolivianos. “Hubo un tiempo en el que creíamos que nuestras elecciones eran más inteligentes que las de los demás, en el que creíamos que no hacíamos ninguna concesión con la sociedad, con nuestras familias, con la industria. Estábamos seguros de que MTV era un bastión del libre pensamiento y nos encerrábamos a escuchar un programa de radio llamado Tercer Planeta (…). Fue la época en la que soñábamos con cambiar el mundo y, ante todo, nuestras vidas rasgueando guitarras mal afinadas y aullándole a un micrófono. Decíamos que descreíamos del mundo, en realidad, lo que queríamos era un espacio en él para nosotros. Era un tiempo algo estúpido, pero era nuestro tiempo. La banda sonora de los 90 marcó nuestro estilo de vida y muchas de las decisiones que tomamos”, señala en uno de los textos el periodista cultural y docente Andrés Laguna.

Y, pasada esa época, fue el propio Cornell uno de los primeros críticos. Acá algunas de sus reflexiones al respecto: "Hubo esa portada de Kurt Cobain con Nirvana de Rolling Stone donde llevaba una camiseta que decía ´las revistas comerciales son una mierda´. Pero al mismo tiempo el grupo había acordado presentarse para una sesión de fotos. No tiene mucho sentido. Nosotros también tuvimos esa crisis". "Lo que recuerdo más allá de beber, es una resaca que no me dejaba ser feliz. Esto se convirtió en un obstáculo para ser creativo". "Soundgarden fue la primera banda a la que se le acercaron las grandes discográficas. Antes que a Nirvana o Pearl Jam. Luego empezamos a vender y todo se hizo comercial. Fue una transición incómoda para todas las bandas de Seattle". "Cuando nos enteramos de la muerte de Kurt, fue devastador. De alguna manera nosotros, Soundgarden, nuestra música, lo que nosotros tocábamos había salido de esa idea oscura, malhumorada, de ese sentimiento de encontrarse mal. Fuimos una banda que creó ese estilo, esa música, ese sello de música horrible, oscura. Y de repente Kurt estaba muerto".