Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 16:35

DESDE EL CUARTO PROPIO

En-redad@s

Hoy se celebra el Día del Internet, esa red de redes que nos atrapa, cautiva y entretiene, y que forma parte de la vida de —al menos— 40 por ciento de la población boliviana, según estimaciones de la reciente publicación Bolivia Digital.

Muchos de nosotros pasamos varias horas al día conectados y fluyendo desde una computadora o desde un celular, accediendo a comunicación, redes sociales, información, entretenimiento; pero todavía son pocos quienes indagan en otros usos de las redes, como los culturales y educativos. Menos aún son quienes han encontrado la posibilidad de realizar negocios o adecuar a nuestros contextos las oportunidades que ofrece la red.

Reconocer que internet no solo es una sumatoria de tecnologías, sino un conjunto de “relaciones sociales digitalmente mediadas”, como propone la publicación antes mencionada, ayuda a comprender cómo se reproducen fenómenos sociales vinculados a la forma de consumo y acceso. De ahí que aun en la red se produzcan brechas de acceso entre mujeres y hombres, que existan diferencias en las modalidades de consumo o se refuercen situaciones de exclusión que se dan fuera de las redes. Es innegable que hay brechas por edad, sexo, lugar en que se vive, nivel socioeconómico, no solo por el acceso a la tecnología, sino por las limitaciones de la banda ancha en el país.

Poco conocimiento se ha producido en relación a internet en el país, menos aún en relación a sus implicaciones en las relaciones entre mujeres y hombres. Las organizaciones de mujeres y feministas identifican una serie de oportunidades que no están siendo aprovechadas para acelerar los cambios sociales para lograr la igualdad entre mujeres y hombres. Como en todo, no está demás advertir sobre los potenciales riesgos que tiene el acceso de las mujeres, niñas y adolescentes a la red, y sobre los delitos aún no tipificados, pero vinculados con la explotación sexual, pornografía y trata de personas.

El uso que se hace de la red todavía se restringe a las campañas de difusión de derechos en redes sociales, pero no se toma ventaja del potencial transformador que tiene para empoderar a las mujeres. La cantidad de mujeres que usa internet se va incrementando, rompiendo el estereotipo de que las mujeres son tecnófobas, lo cual abre un mundo de oportunidades y posibilidades que debemos darnos a la tarea de explorar.