Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 17:55

CIUDAD SUSTENTABLE

Aguas residuales

Aguas residuales
Es muy recurrente que la población se queje a diario de personeros de Semapa por la desatención a los reventones de las tuberías de alcantarillado y la contaminación ambiental que se verifica en los barrios de nuestra ciudad.

No hace mucho, se conoció un conflicto entre trabajadores de Semapa y el Gerente de la institución. Hay actitudes que muestran un despropósito en la administración de la empresa, al extremo de cuestionarse la forma en que las licitaciones se ejecutan y la forma en que se adjudican los trabajos de consultoría y compras de accesorios para mantenimiento de las redes. Este hecho marca parte de la dinámica que caracteriza el momento de crisis que vive la empresa prestadora de servicios.

Mientras la población espera la solución a los reventones de tuberías en las calles, los personeros —empleados y ejecutivos— pugnan por coptar los espacios de poder que sirven para sus negocios encubiertos, o favoritismos que se constituyen en la retribución al favor con el que fueron investidas las autoridades.

¿Cuál es el problema ambiental que se genera y que demanda una atención urgente de las autoridades municipales? Existe una instancia ambiental en la Alcaldía que, al parecer, tiene técnicos que calientan el asiento en las oficinas, en vez de coordinar la solución de estos problemas con la empresa irresponsable. A veces, Semapa no atiende la solución de los reventones por semanas o meses. ¿Acaso no existe una responsabilidad de la dirección de Medioambiente de la Alcaldía para exigir a los responsables ambientales de Semapa la solución inmediata de los reventones que generan gases tóxicos para los vecinos y, lo peor, la diseminación de las heces fecales contenidas en las aguas residuales (véase la intersección de las calles Ladislao Cabrera y 27 de Agosto)?

No se inmutan ante estas evidencias los personeros de Semapa, y ya llevan tres semanas sin solucionar este problema puntual. La justificación es burda e irresponsable. “Es que estamos esperando la renovación de la red del Casco Viejo. Entonces solucionaremos de raíz el problema”, dicen. Mientras tanto, la población debe respirar coliformes fecales al por mayor. ¿Quién es responsable por este problema de salud pública, sino la empresa? ¿Quién debe controlar si la Alcaldía cumple su rol de supervisión de las actividades contaminantes? ¿Quién verifica el cumplimiento de las políticas institucionales de gestión ambiental? Parece que nos hemos olvidado de que Bolivia lleva 25 años con una ley del medio ambiente y reglamentos que deben cumplirse a cabalidad. Basta de ser irresponsables con la salud de la población. ¿O debemos conformarnos y decir esta es otra gestión más de gobierno municipal sin pena ni gloria?