Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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DE FRENTE

Víctimas de imprudencias

Víctimas de imprudencias
Guardan detención en Chile dos militares y siete funcionarios de la Aduana boliviana. Desde el primer momento, las versiones de uno y otro lado han sido absolutamente opuestas. Desde Chile, se ha señalado que el operativo de detención fue en su territorio cuando, supuestamente, intentaban asaltar a mano armada un camión cargado de mercadería. En Bolivia, se dijo que la detención fue en territorio boliviano y que se trataría de un “secuestro” cometido por policías chilenos que incursionaron en el país; que la medida es una revancha por la demanda planteada por Bolivia ante el Tribunal de La Haya. Por ello, se exigió la “inmediata liberación de los nueve ciudadanos bolivianos”.

Independientemente de las circunstancias en las que se produjo el incidente que dio lugar al apresamiento de las nueve personas, lo que llama la atención es que, tanto para las autoridades chilenas, incluida la presidenta Michelle Bachelet, como para las bolivianas, los prisioneros dejaron de ser personas para convertirse en objetos a ser utilizados para el protagonismo de unos y otros. Se dejaron de lado las vías diplomáticas, serenas e inteligentes, el respeto a los derechos humanos fundamentales y los caminos del diálogo para la solución de un impasse que no será el primero ni el último entre dos países que comparten miles de kilómetros de frontera.

Las reacciones viscerales, como convocar al Cónsul de Chile para entregarle una carta con “el más enérgico reclamo” por el incidente al que se calificó como “detención arbitraria con agravios físicos” ocurrida en territorio boliviano, lo que hicieron fue dar el toque para que se inicie la cadena de dimes y diretes entre autoridades de ambos países, hasta llegar a estrados judiciales chilenos con imputaciones penales poco sustentadas y la detención preventiva de los nueve funcionarios.

Esa tan desafortunada como precipitada decisión de la autoridad judicial del vecino país, lejos de ser evaluada objetivamente por las autoridades bolivianas, teniendo presente en todo momento que se juega la libertad y seguridad de seres humanos, recibió como respuesta expresiones que ahondan más las diferencias y la adopción de medidas desproporcionadas, como el anuncio de reforzamiento militar, instalación de una potente radioemisora en la frontera y otras.

Esperamos que el viaje del Ministro de Justicia hasta Chile sirva para reconducir el problema y lograr la libertad de las nueve víctimas de la imprudencia de dos gobiernos que lo que menos han demostrado es respeto por la dignidad de los detenidos.