Pasaron dos años de ejercicio de dos autoridades, el Gobernador del departamento y Alcalde de la provincia Cercado, quienes en época electoral ofrecieron la solución a varios problemas, principalmente a los relacionados con agua, saneamiento básico, salud, basura, río Rocha, la laguna Alalay, transporte público, Parque Nacional Tunari y muchos otros más. Son dos años que no se logra encontrar una verdadera gestión pública. Lo que más preocupa al ciudadano es la ciudad, donde los problemas no han sido solucionados.

En cuanto al agua, estamos ante la inminente posibilidad de tenerla del embalse de la presa de Misicuni, en una cantidad que nunca Semapa ha recibido, la de 700 litros por segundo. La tubería de aducción desde la central hidroeléctrica en Jove Rancho, que debía estar a punto para el 1 de agosto, no estará concluida porque aún queda un 35 por ciento de trabajos, entre ellos los más complejos. Entonces, como ENDE cerrará el túnel el 1 de julio, ya no podrán bajar los 200 l/s por el sistema que recibe desde el 2005. Semapa tiene hoy la gran responsabilidad de dar una solución y evitar se ahonde la crisis de agua que tuvimos en 2016.

La ampliación y el mejoramiento del alcantarillado y las plantas de tratamiento de aguas residuales están en pañales. Este es otro drama que no se resuelve con discursos. Se requiere ingeniería y dinero. En el Casco Viejo, el problema está pendiente desde el 2005, y Semapa no responde. No hay gestión municipal y la salud está en riesgo.

En cuanto a salud, lo que ve y escucha el ciudadano son peleas, mientras niños están esperando milagros para no morir. Solucionar esta carencia es una labor de todas las autoridades. Este drama no es del 2017. Está pendiente desde el 2008. Es un debate de sordos y ciegos.

La basura es un gran problema. En las calles hay basura porque los ciudadanos son tan responsables como las autoridades. ¿Cómo se explica que EMSA limpie una zona y a la luz de la luna el vecino esté botando basura o escombros?

Es tan largo el rosario de cuentas que no alcanzamos a describirlo, pero no podemos dejar de señalar que no solo se necesitan puentes y viaductos, sino una cruzada para evitar el ruido y los gases de vehículos en mal estado y un sistema de transporte masivo.

En resumen, no vemos ni sentimos obras de impacto que le brinden calidad de vida al ciudadano y preserven el medio ambiente.