En la historia de la humanidad, muchos idealistas han soñado un mundo mejor donde desaparezca la pobreza, y que la desigualdad entre naciones ricas y pobres disminuya. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones y los esfuerzos, la realidad va más allá de las quimeras. Casi mil millones de seres humanos cada noche se van a la cama con hambre, y los índices de pobreza siguen siendo alarmantes en varias regiones del planeta. La economía, como ciencia social, estudia principalmente la escasez, es decir se encarga de distribuir los recursos que siempre son escasos para satisfacer las necesidades ilimitadas, porque todos nosotros, en forma individual o como sociedad, estamos restringidos por este fenómeno. Por lo tanto, debemos elegir entre diferentes alternativas, realizando una priorización de necesidades y efectuando la administración eficiente de los recursos disponibles.

Muchos políticos y ONG ofrecen erradicar la pobreza en forma demagógica, sabiendo que esto no es posible por la dinámica y postulados de la ciencia económica. Lo que sí se puede hacer es disminuir los porcentajes de pobreza con una serie de medidas sociales, pero no eliminarla por completo. Incluso en EEUU, que es el símbolo del capitalismo, y en Cuba, heraldo del socialismo, podemos ver que hay escasez y mucha gente carece de alimentos y servicios básicos.

Una manera efectiva de disminuir la pobreza en Bolivia en los últimos 15 años ha sido a través de las microfinanzas, que han dado buenos resultados con el apoyo a pequeños emprendedores, principalmente con los llamados “bancos comunales”. Por algo nuestro país está a la vanguardia en Latinoamérica en este rubro de la economía y se ubica en el top ten a nivel mundial. Otra forma de bajar los niveles de pobreza fue la otorgación de bonos a sectores marginados. Aunque esta medida tiene cierto carácter asistencialista y populista, ha reducido el porcentaje de pobres.

Es imposible eliminar la pobreza, solo se puede disminuir los porcentajes de pobres. Desde el punto de vista de la ciencia económica, la pobreza se prolongará indefinidamente; de igual manera, desde el punto de vista bíblico, hace miles de años los profetas y el mismo Jesucristo ya lo dijeron: “Siempre habrá pobres entre ustedes, pero hay que ayudarles”. Esto ha estado sucediendo debido al egoísmo y codicia del corazón humano.

Nuestra preocupación debe ser ante todo el bienestar del hombre. Una persona vale más que la naturaleza y todos los animales. Debemos aunar esfuerzos para lograr un desarrollo con un enfoque holístico, que tome en cuenta el aspecto socioeconómico, emocional, cultural y espiritual, porque el hombre está formado por espíritu, alma y cuerpo. Precisa satisfacer las necesidades de todas esas áreas.