Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 00:24

EN COLCAPIRHUA, HAY CONCEJALAS QUE LLEGARON A LOS EMPUJONES. EN QUILLACOLLO, NINGÚN CONCEJAL APOYA AL ALCALDE. HAY DIFERENCIAS ENTRE MIEMBROS DE UN MISMO PARTIDO.

Disputas políticas y personales frenan trabajo en dos municipios

Disputas políticas y personales frenan trabajo en dos municipios



Un conflicto entre concejalas de Colcapirhua llegó a las agresiones. El Concejo de ese municipio se dividió en dos y las sesiones son tensas. En Quillacollo, los 11 concejales están en contra del alcalde Eduardo Mérida.

Las disputas políticas y personales frenan el trabajo en los municipios.

Colcapirhua tiene nueve concejales, 5 del Movimiento Al Socialismo (MAS), línea política del alcalde Mario Severich; 2 del Movimiento Demócrata Social (Demócratas); 1 de Unidos por Cochabamba (UNICO) y 1 del Frente Para la Victoria (FPV). En Quillacollo hay 11 concejales, 5 del MAS; 5 del FPV, partido del alcalde Eduardo Mérida; y 1 de Demócratas. Pero, las líneas políticas no fueron garantía para un trabajo en equipo.

COLCAPIRHUA El audio de una discusión entre las concejalas Aleida Angulo (MAS) y Silvia Flores (FPV) fue una muestra de la tensión que existe en el Concejo. Angulo dijo que la situación se arrastra desde abril, cuando, tras su renuncia al cargo de presidenta del Concejo por una baja médica, se modificó la norma para la vigencia de la nueva directiva. Ella fue reelegida.

El malestar se repitió ya en una decena de sesiones, incluso ayer. Mientras las autoridades se levantaban de sus curules, se oían las diferencias. Durante las entrevistas a unos, los otros rechazaban las respuestas.

Ni siquiera los cinco concejales del MAS están de un mismo lado. Existe como una alianza entre Angulo (MAS), Wilmer Jaillita (MAS), Nelly Otalora (UNICO), Alberta Padilla (Demócratas y antes del MAS) y David Suárez (Demócratas). Del otro lado están Flores (FPV), Lucelia Gómez (MAS), Giovana Marzana (MAS) y Nelson Plaza (MAS). La presidenta del Concejo reconoció que hay “una fractura” entre masistas.

La pasada semana Flores denunció que fue agredida por la presidenta, quien en su defensa dijo que llegaron a los “empujones”, porque tomó el celular de su colega, donde tenía fotografías que pretendía llevar ante la Policía como “prueba” del acoso político.

Agregó que el conflicto va más allá. Denunció nepotismo y favoritismo a terceros desde el municipio. “En la Alcaldía trabaja el cuñado de una concejala, hay comadres y más. No podemos seguir callando”.

La concejala Padilla agregó que se alistan denuncias oficiales.

Del otro lado, Plaza dijo que hay “familiares” trabajando que tienen un puesto desde anteriores gestiones y acotó que lo mismo ocurre con otras autoridades. Expresó que las diferencias “son personales”.

Padilla reflexionó la necesidad de un trabajo en favor de Colcapirhua. “Cada uno jala para su lado. No sé hasta dónde quiere llegar el poder político. Nos estamos fiscalizando entre nosotros”. Los concejales aseguraron que, pese a los conflictos, intentan no perjudicar al municipio cuando se trata de aprobar leyes y proyectos. Ayer, abordaron un tema referido a Misicuni. Hubo mayoría en la aprobación, pero no unanimidad.

QUILLACOLLO Los vecinos de Villa Urcupiña protestaron ayer en contra del Concejo de Quillacollo, demandando la aprobación de proyectos referidos a servicios básicos. Las movilizaciones en ese municipio se dan o en contra del Alcalde o del Concejo, porque son bloques enfrentados.

Aunque hay cinco concejales del frente político de Mérida, ninguno le apoya y se desmarcaron de su línea.

El presidente del Concejo, Víctor Osinaga (MAS), denunció que existe actitudes arbitrarias, además de casos de corrupción que derivaron en denuncias en contra del Alcalde.

“Ha sido fracturada cualquier posiblidad de coordinación con el Alcalde”.

Las acusaciones también derivaron en denuncias de Mérida contra concejales.

La ingobernabilidad en este municipio retorna luego de algunos años. Entre 2004 y 2011, los quillacolleños atravesaron por una crisis. En ese período cambiaron 11 alcaldes.

Mientras, por un lado el Ejecutivo denunció que hay freno para avanzar por responsabilidad del Concejo, Osinaga expresó que el Alcalde es quien causa perjuicio, porque, incluso, se opone a promulgar leyes.

“Pero, la norma nos permite, en el Concejo, promulgar también”.

OTROS MUNICIPIOS La alcaldesa del municipio de Vinto, Patricia Arce, dijo que en su municipio hay cinco concejales del MAS y cuatro de agrupaciones ciudadanas. Manifestó que aunque, a veces, hay diferencias es posible hacer gestión.

En Sacaba, hay siete autoridades del MAS y cuatro de Demócratas. En Cochabamba, son seis de Demócratas, cuatro del MAS y uno de UNICO. En ninguno de estos casos se evidenció conflictos parecidos a los de Colcapirhua o Quillacollo.

Fractura

La presidenta del Concejo Municipal de Colcapirhua reconoció que existe una fractura entre los concejales masistas.