Aparecieron los padres de la mujer embarazada que fue apuñalada en Santa Cruz hasta la muerte, por un hombre que declaró que cometió el crimen porque ella le reclamó el pago de 15 bolivianos por sus servicios sexuales. Los progenitores de la mujer, identificada como Daniela Ordóñez Suárez, aseguraron ayer que ella no era una trabajadora sexual.

“Mi hija nunca fue trabajadora sexual. Ella tuvo tres niños con su exesposo y tenía problemas con él. Parece que él quería volver con mi hija, yo le pido a la Policía que investigue porque otra persona más está implicada en esto”, sostuvo la madre.

El padre señaló que el exesposo de Daniela la maltrataba y la familia de él lo protegía. “Este hombre que se echa la culpa y dice que mi hija era trabajadora sexual, debe estar encubriendo a alguien”, expresó.

Reyes Eduardo Ríos Paredes confesó que mató a Daniela, a la que conocía como La Choca, mientras estaban en la chatarrería Don Miguel, donde él era un empleado. El dueño del negocio visitó el lugar el fin de semana y vio unas manchas de sangre, además de tierra removida en el patio. Le preguntó a Ríos y él le dijo que había matado a una gallina, pero su jefe no le creyó y llamó a la Policía.

Según él, cargó el cuerpo de la embarazada en una carretilla y lo llevó al fondo de la chatarrería, donde cavó una fosa y lo enterró. Un tribunal cautelar sentenció a Eduardo Ríos a 30 años de prisión en el penal de Palmasola.