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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 14:18

LA PULGA APARECIÓ EN EL MOMENTO PROPICIO Y DEFINIÓ LA VICTORIA DEL BARCELONA, EN EL MINUTO 92. LOGRÓ ROMPER LOS NÚMEROS Y MARCÓ AL MERENGUE DESPUÉS DE MÁS DE DOS AÑOS.

Messi muestra su genialidad y castiga el ego del Madrid

Messi muestra su genialidad y castiga el ego del Madrid





Un recital exquisito de Lionel Messi resucitó al Barcelona en el Santiago Bernabéu, donde se levantó con grandeza de su eliminación europea y remontó un clásico trascendental ante un Real Madrid que acabó probando de su propia medicina en el minuto 92.

A la grandeza de un duelo entre Real y Barcelona le acompañaba el aspecto decisivo del marcador.

Obligado a ganar, el Barcelona debía asumir riesgos. Los intentos de Zidane de rebajar trascendencia al duelo fueron en vano. No había escenario más grande para un madridista que dar un golpe definitivo a la Liga ante el eterno rival.

Ter Stegen comenzaba a parar. Le sacaba la primera a Cristiano, feliz con espacios y encarando con ventaja a Piqué para regatear de tacón y probar suerte de zurdazo.

El Barcelona apareció cuando su líder decidió. Sin Neymar y con Paco Alcácer completando el tridente ofensivo, la falta de balones invitó a Messi a retrasar metros su posición.

A los 12 minutos se disfrazaba de medio centro, pisaba el balón e invitaba a un pulso personal a Casemiro. Con facilidad lo dejó atrás y recibió el castigo con una entrada que condicionaba el resto del partido del brasileño.

Dueño del balón el Barcelona, anuló por momentos las virtudes madridistas. Luis Suárez buscaba afinar puntería. Su primer intento fue un aviso.

La ventaja en la clasificación del Real Madrid le invitó a pensar primero en ser fuerte defensivamente. Reculó en exceso y el partido se situó donde quería Messi, que no se cansaba de buscar a Casemiro.

Benzema la tenía, Cristiano se topaba con Ter Stegen y una mano abajo salvadora; y Bale remataba mal. Una vez más a balón parado, con otro saque de esquina de Kroos que despejó Piqué, acabó en centro de Marcelo. Remate de Ramos al poste y Casemiro, atento para marcar a placer, explotaba el punto débil de los últimos partidos del Barça.

Era la recta final del primer acto cuando Leo podía sentenciar y, derribado por Casemiro, pedía su expulsión y provocaba que fuese el primer cambio de Zidane. Se repetía en la reanudación la salida en tromba del Real Madrid.

El duelo era espectacular. Asensio devoraba espacios y asistía a Cristiano, que fallaba lo que nunca. Los porteros se imponían hasta que Rakitic inventó un zurdazo imparable a la escuadra para el 1-2.

Ramos entraba duro a Messi, con los dos pies por delante, y cuando todos esperaban la amarilla recibía una dura cartulina roja a 13 minutos del final.

Keylor nada pudo hacer cuando la subida de Sergi Roberto no fue frenada en falta por Marcelo y el centro de Jordi Alba, lo culminaba con maestría Leo, que rompió los más de dos años que no conseguía marcarle al Real.

Toma la punta

Además de convertir un doblete, Lionel Messi también es el máximo anotador (en Liga) en duelos entre el Real y el Barça. Marcó 16 tantos.