Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 20:43

LOS HERIDOS EN ACCIDENTES DE TRÁNSITO SUELEN SOBREPASAR LA CAPACIDAD DEL SERVICIO.

Envenenamiento y mordeduras, entre casos frecuentes

Envenenamiento y mordeduras, entre casos frecuentes



La imagen de varias ambulancias en los hospitales, luego de un accidente de tránsito en carretera, como ejemplo, puede ser sinónimo del colapso de los servicios de emergencia en lugares como el Viedma, en Quillacollo y Sacaba.

Sin embargo, estos servicios médicos también atienden, con frecuencia, casos de violencia intrafamiliar, mordeduras de perros y envenenamiento, entre otros, según los registros médicos.

Es posible ver al personal de emergencia en estado de tranquilidad, conversando entre ellos, cuando el servicio está tranquilo. Se considera normal incluso cuando hay algún caso grave, pero se brinda atención y hay otras camillas vacías para más personas que requieran la atención. Sin embargo, de un momento a otro el movimiento puede multiplicarse, llenarse las camillas y colapsar el servicio, incluso la internación en el hospital.

En un día cualquiera, cada cubículo tiene pacientes de distintas edades. Puede haber niños heridos, adultos mayores con cuadros de neumonía, indigentes enfermos, otras personas mordidas por perros y en casos graves mujeres agredidas por sus parejas y hasta gente envenenada.

El médico de guardia del hospital México de Sacaba, Juan Carlos Balderrama, sostuvo que los principales casos son los de heridos en accidentes de tránsito, víctimas de peleas, intoxicados con alcohol, envenenamientos, personas con cólicos, casos de epilepsia, víctimas de violencia intrafamiliar y personas mordidas por perros.

“Esos están entre los más frecuentes”.

La jefa del servicio de emergencia del hospital Benigno Sánchez de Quillacollo, Tania Claros, informó que registran casos graves como personas con varios golpes producto de accidentes de tránsito. Dijo que hay incidencia “muy alta” en mordeduras de perros. También llegan heridos por arma blanca, violencia familiar, niños con maltratos y gente con quemaduras.

“En la mayoría de los casos se resuelven, excepto las heridas que son muy profundas. A ellos se les hace una referencia a los hospitales de tercer nivel (como el Viedma)”.

En situaciones como los accidentes de tránsito que ocurren en la carretera nueva a Santa Cruz se presentan los conocidos como “casos de desastre” en el hospital.

Es decir, se llenan los cubículos de emergencia y colapsa el área. En algún momento tuvieron que atender en los pasillos en Sacaba y en la silla de ruedas en Quillacollo.

Esto suele ocurrir cuando hay sucesos graves en las carreteras hacia Santa Cruz o a la zona del occidente, Oruro y La Paz.

La atención a cada persona varía, según la gravedad. Hay suturas que pueden hacerse en 10 minutos y casos de envenenamiento que requieren hasta un par de horas para estabilizar al paciente. De los casos que se atienden en los cubículos depende la espera de otras personas que están en un servicio de emergencia cuando está colapsado.

Cuando colapsa un centro médico, los responsables de salud priorizan los casos más graves. Cuando se sobrepasa la capacidad de emergencias también ocurrirá lo mismo en internación. Si ya no hay espacio se refiere a los pacientes a otros centros. Pero, si otro hospital está en la misma situación, hay familias que se ven obligadas a buscar atención privada, que implica el uso de recursos económicos.

El director administrativo del hospital de Quillacollo, Milton Heredia, añadió que existe afluencia de pacientes que viven en situación de indigencia.

“Los refieren a Quillacollo incluso de otros hospitales y clínicas”.

Ése es uno de los motivos por los que se decidió ampliar la infraestructura. La responsable de emergencia debe concluir los requerimientos en este mes para que la Alcaldía se haga cargo de la elaboración del proyecto e intervención en el área.

El director administrativo de salud municipal de la Alcaldía de Sacaba, Pedro Vargas, explicó que el hospital México recibe a pacientes que llegan desde Arani y Punata, que son municipios del Valle Alto, sobre todo cuando no hay espacio en otros centros médicos.

“Sabemos que no hay fronteras en la salud”.

Estos aspectos hacen que sea difícil calcular si un servicio de emergencia es el óptimo considerando solo la población de un área de influencia. Los pacientes llegan desde el centro de la ciudad hasta otros municipios y viceversa, incluso para las consultas externas y hasta las intervenciones quirúrgicas.

2 Horas

Casos graves, como los envenenamientos, pueden requerir de hasta dos horas en el servicio de emergencias para estabilizar al paciente. Hay suturas que pueden hacerse hasta en 10 minutos.

Segundo nivel es solo nominal

Tanto en el hospital Benigno Sánchez de Quillacollo como en el México de Sacaba la categoría de hospital de segundo nivel es solo nominal, ya que no cumplen con las exigencias para ser considerados de esa manera.

En ambos casos, los médicos y administrativos explicaron que resta cumplir con protocolos, equipamiento y hasta el número de camas de internación.

El médico de Sacaba Juan Carlos Balderrama dijo que esto significa que hace falta ampliaciones, equipamiento y personal.

El director administrativo en Quillacollo, Milton Heredia, explicó que éste es un motivo por el que no construyen nuevos bloques, sino que buscan elaborar un proyecto, acorde a las normas, para tener un verdadero hospital de segundo nivel.

“En gestiones anteriores el hospital ha sido improvisado, parchado, lo han hecho por fases. Es muy deficiente la infraestructura”.

Aunque estos centros tienen atención en diferentes especialidades, todavía resta para convertirse en un centro médico de segundo nivel.

En estos municipios, los médicos resaltan los avances que lograron en la atención maternológica, con el servicio de emergencia y bloques casi independientes del resto del hospital, con especialistas, aunque el personal siempre queda reducido.

La época de invierno eleva los registros

Los cuadros de Infecciones Respiratorias Agudas (IRAS) que se registran en la época de invierno incrementan los registros en los centros médicos, incluso en el número de internaciones.

La jefa de enfermeras del hospital México de Sacaba, Basilia Flores, informó que en la actualidad el hospital tiene 68 camas para que se interne a los pacientes. Dijo que es común tener un 80 por ciento de espacios ocupados en las salas.

Sin embargo, en la época invernal (entre junio y julio) “se satura”.

En los hospitales de segundo nivel atienden pediatría, cirugía, medicina interna, traumatología, odontología y otras.

Se conoció que incluso gente que cuenta con seguro médico llegó a estos centros públicos para recibir atención.