Desde las cuatro de la madrugada, el movimiento de gente en la zona del barrio Obrero y San Carlos, al sur de la ciudad de Cochabamba, es intenso los días sábados y miércoles, cuando la mercadería estadounidense usada, o con algún defecto, es expuesta para su distribución y venta.

Una serranía y más de ocho manzanos en este sector están ocupados por tiendas y anaqueles de ropa, zapatos, carteras, juguetes, peluches, maquillajes, utensilios para el hogar y hasta muebles.

Carla es una de las comerciantes que invierte, semanalmente, cerca de mil bolivianos para traer la mercancía que llega desde Oruro, La Paz y Chile a la ciudad. “Viajo cuando puedo y los rendimientos tampoco son muy grandes, pero no hay trabajo, es lo único que sé hacer y que da de comer a mi familia”.

La mercadería es vendida a gente particular que lleva la ropa a otros sectores de la ciudad, o es distribuida entre los vendedores de la zona que comercializan algunas prendas a precios bajos, desde 3 bolivianos. El dirigente de los ropavejeros del sindicato Catavi, Clemente Villca, indicó que al menos unas 500 personas viven de esa actividad en la zona, aunque en el departamento se estima que hay más de 28 mil personas dedicadas a la venta de ropa usada.

Villca asegura que los proyectos que el Gobierno les ha planteado en varias oportunidades no han dado resultado y no ha habido ningún avance para el cambio de rubro prometido. Aseguró que los comerciantes en el municipio cuentan con la licencia de funcionamiento de sus puestos y pagan patentes por estar en las calles.

Ellos dicen que su mercadería no puede ser decomisada “de la noche a la mañana”.

Ayer, una comisión del sector viajó a la ciudad de La Paz para reunirse hoy con el Gobierno central y negociar un acuerdo.

Apuntes

Tiendas y calles

Los vendedores de ropa usada en la zona de San Carlos están instalados en tiendas alquiladas por los propietarios de casas y en anaqueles de metal que ocupan las aceras y las calzadas.

De todo

La mercadería que ofertan es muy variada. Además de ropa, se importan adornos, muebles, juguetes, cortinería, bisutería, juguetes y maquillaje.

Mañaneras y nocheras

Los vendedores de ropa usada aprovechan las madrugadas y las noches para sacar su mercadería a la calle.

Además de estar presentes en los barrios que están situados entre las avenidas República y Panamericana, también se instalan en las avenidas San Martín, Heroínas y Aroma por las noches. Aprovechan esas horas para rematar sus productos y los comercializan hasta en 1 boliviano.