Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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CHILE Y COLOMBIA REPORTAN ALGUNOS CASOS DE ROBO EN LOS QUE LOS DAMNIFICADOS ENTREGAN DINERO Y BIENES EN ESTADO DE INCONSCIENCIA. EN ESPAÑA HAY VARIAS DENUNCIAS DE ABUSO SEXUAL.

Drogas de sometimiento, cada vez más usadas para delinquir

Drogas de sometimiento, cada vez más usadas para delinquir



Una mujer de unos 70 años caminaba por el centro de Valparaíso, Chile, cuando fue abordada por una mujer que le preguntó por una dirección. Luego apareció otra joven para ayudar. De un momento a otro, la señora mayor comenzó a perder el control y luego siguió todas las indicaciones que le daban las dos mujeres. Ella no se explica cómo llevó a las mujeres a su casa, donde entregó dinero y joyas. Luego fue con ellas al banco y retiró todos sus ahorros para darles a las asaltantes. Algunos vecinos la vieron llegar acompañada de estas mujeres, pero decían que “ella se veía normal”. Según relata la hija de la víctima a Terra, las delincuentes tenían un acento extranjero, quizás boliviano o peruano. La posterior evaluación de un médico a la víctima estableció que le habían dado burundanga, droga que hace perder el conocimiento y anula la voluntad.

Esa sustancia, de fácil acceso en Sudamérica, es también conocida como “escopolamina”, “droga de la violación”, “aliento del diablo”, “el borrachero” o “pera del diablo”, cuyos efectos son mayores combinados con bebidas alcohólicas.

Esta droga se acompaña a veces con benzodiacepinas, para que los efectos inhibitorios se prolonguen, de forma que la persona víctima tarde más tiempo en reaccionar, y el agresor obtenga con más información sustraída.

La víctima no recuerda lo que aconteció porque al estar bajo la hipnosis bioquímica que se confunde con la embriaguez, se producen las alucinaciones, pérdida del control muscular y el habla.

En Medellín capturaron recientemente a una banda llamada “Los borracheros” que logró aprovecharse de 298 usuarios de transporte público. Esa banda integrada por cuatro varones y una mujer elegía a viajeros solos con celulares y joyas para ganarse la confianza e invitarles galletas o jugo, antes de quitarles todas sus pertenencias valiosas. Si la dosis de escopolamina es muy alta, la salud de la víctima está en peligro, hasta requerir cuidados intensivos. La detección de esa sustancia no es sencilla pues el cuerpo la absorbe rápidamente y se necesitan análisis especializados para confirmar la escopolamina.

En Bogotá, la Policía desarticuló la banda de “Los Olaya”, los delincuentes seleccionaban a sus víctimas en lujosos bares y discotecas de la ciudad y se ganaban su confianza. Una de las integrantes alias La Negra agregaba a las bebidas sustancias inhibidoras de la voluntad, similares a la escopolamina. En estado de indefensión, las víctimas eran conducidas a sus viviendas. Allí Los Olaya, extraían todos los elementos de valor, dinero, incluyendo tarjetas de crédito y sus claves, después escapaban del lugar, según señala El Colombiano. Dos integrantes de Los Olaya eran buscados por la Interpol por delitos cometidos en Singapur, Hong Kong y España,

Según el Instituto Nacional de Toxicología de España, se estima que entre el 20 por ciento y el 30 por ciento de las agresiones sexuales se producen mediante este tipo de sumisión, con sustancias como la famosa burundanga o escopolamina, las benzodiacepinas, las drogas de abuso o, el más común, el alcohol etílico.

Muchas de las víctimas de abuso no denuncian la agresión porque temen que no les crean, se sienten culpables y carecen de datos sobre los agresores.

Dos miligramos

La dosis indicada para anular la voluntad es de dos miligramos. Puede reducirse, según la complexión.

¿Qué es la escopolamina?

La escopolamina, más conocida como burundanga, es un alcaloide que está presente en plantas de la familia de las solanáceas como es el caso de Floripondio que crece en varias regiones de Sudamérica.

La burundanga es una droga que actúa por contacto, pero principalmente por ingestión. Su principal efecto es que anula la voluntad de la víctima en pocos minutos. Es como si la víctima quedase “hipnotizada” a manos de su agresor, según la Información.

El cerebro queda automatizado haciendo lo que se le ordena y respondiendo sin censura. Además, causa visión borrosa, dilatación de las pupilas, parálisis en la acomodación visual, sequedad de mucosas, taquicardia,fiebre, somnolencia, retención urinaria, hiperventilación, hipertermia, amnesia temporal, estupor, confusión, delirio, agitación y alucinaciones.

La burundanga a dosis bajas desaparece de la sangre entre 6 y 12 horas después de su consumo. En la orina permanece entre 12 y 24 horas.

Testimonios de víctimas 

El diario El Mundo recabó testimonios de víctimas de burundanga. El madrileño de 31 años, identificado solo como “J”, cuenta que estaba con sus amigos celebrando un cumpleaños. Lo último que recuerda es haber pedido una copa en un bar. Al día siguiente se levantó desnudo de cintura para abajo, adolorido. El médico le dijo que había sufrido una fisura anal por penetración.

Una sevillana de 26 años cuenta: "Me violaron y nadie me creyó. Ni los médicos ni la Policía. En los análisis no di positivo en ninguna sustancia, pero estoy segura de que la noche anterior, cuando salí de fiesta con mis amigas, me drogaron. No recuerdo nada y me desperté dentro de mi portal con mi ropa interior bajada". Otra mujer de 38 años, asegura que le echaron algo a la copa la noche anterior y abusaron sexualmente de ella, “aunque sea incapaz de recordarlo".