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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Mujeres aimaras quieren coronar el Sajama para jugar fútbol

Mujeres aimaras quieren coronar el Sajama para jugar fútbol

Un grupo de mujeres aimaras de Bolivia, que en tres años logró escalar cinco montañas, ahora se ha fijado el reto de hacer cumbre en el nevado del Sajama, el pico más alto del país, para jugar fútbol en su cima demostrando que sí se puede hacer deporte en la altitud



"Queremos jugar un partido de fútbol en la cima y así demostrar que la altura no impide jugar fútbol o cualquier deporte en el país", dijo a Efe la coordinadora del grupo, Lidia Huayllas, que se conoce como las "cholitas escaladoras"



Entre risas, este grupo de mujeres expresa que la "locura" de practicar fútbol en la cima del Sajama, a 6.542 metros sobre el nivel del mar, se les ha ocurrido porque ellas, además de subir montañas, también forman parte de equipos de fútbol



Las mujeres, que practican ese deporte en campeonatos barriales de la ciudad de El Alto, situada a 4.000 metros de altitud y vecina de La Paz, quieren contribuir a reducir los temores de los jugadores del extranjero por practicar fútbol en las ciudades de altitud



Para jugar fútbol, este grupo de 16 indígenas aimaras, que escalan las montañas usando equipo de montañismo, pero también manteniendo sus vestimentas típicas como las polleras, se plantea cargar sus propias porterías, además de la pelota



El grupo de indígenas aimaras ya ha comenzado sus entrenamientos para escalar el Sajama, que está ubicado en el departamento de Oruro, con el objetivo de realizar la hazaña el próximo mes



Se trata de la misma montaña en la que el presidente Evo Morales también jugó fútbol en 2007 tras haber llegado en un helicóptero, para también demostrar que la altitud no impide hacer deporte y rechazar una decisión de entonces de la FIFA de prohibir partidos oficiales por encima de los 2.500 metros sobre el nivel del mar

La mayoría de las mujeres de este grupo de escaladoras trabajaba antes en la cocina para los turistas o como porteadoras llevando el equipaje de los montañeros hasta la base de los nevados



"Antes yo tenía miedo de subir, siempre nos decían que era peligroso, pero yo siempre quería ir a ver cómo era la cima y cómo era caminar en nieve con esas botas y ahora ya sé", relató a Efe Juana Llusco, quien escala desde 2016 y era porteadora



Cecilia Llusco recordó que por primera vez once mujeres se animaron a escalar en 2015 el Huayna Potosí, cerca de El Alto, y que al lograrlo sin problemas decidieron continuar con este deporte.