Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Estado sentimental: feliz

Estado sentimental: feliz
La escena fue tomada de la película “Red social”: un compañero de curso de Mark Zuckerberg le pregunta si tal chica está saliendo con alguien. Mark, con su típico sentido del humor, le dice: “¿Crees que la gente anda con su estado sentimental colgado en un cartel?” Inmediatamente después, viene la inspiración y Mark agrega ese pequeño gran detalle a su incipiente proyecto llamado Facebook: el estado sentimental.

Trascendió esta semana que el padre Eduardo Pérez habló respecto de las normativas que buscan legalizar el aborto en Bolivia. Entre sus argumentos, se refirió al estado civil de quienes ejercen funciones públicas y de su situación de divorciados, “desplazados por la vida”.

Facebook en Bolivia tiene 5.5 millones de usuarios, de los cuales el 67.85 por ciento no ha declarado su situación sentimental. Los demás se identifican como casados (6.05 por ciento ), comprometidos (2.02 por ciento ), divorciados (0.12 por ciento ), en una relación (6.24 por ciento ), pareja de hecho (0.33 por ciento ), relación abierta (0.42 por ciento ), complicada (0.59 por ciento ), separado (0.15 por ciento ), soltero (15.95 por ciento ), unión civil (0.12 por ciento ) y viudos (0.15 por ciento ). De entrada, la gran sorpresa es que tan solo un 0.12 por ciento (6.600 usuarios) se ha autodeclarado “divorciado” en Facebook, cuando en realidad, y según titulares del año pasado, 7 de cada 10 matrimonios termina en divorcio, al punto de que, para el 2016 se pasaron de 26 a 40 trámites de divorcio por día.

Las causas son diversas y otros especialistas podrán explicar este fenómeno. Pero, queda claro que el padre Pérez ha verbalizado, lastimosamente, un pensamiento arraigado en una sociedad que desplaza a diario al otro (divorciado, migrante, otra condición social, otra condición económica, otra condición física, la música que escucha, cómo habla, su postura política). En fin, abundan los ejemplos y el dedo acusador ahora está en Facebook.

Me pregunto si el padre Pérez recuerda que él representa a un hombre que fue amigo de los desplazados de su época y que los restauró en cuerpo y alma. Parece curioso que, en pleno siglo XXI y ante el devenir de tremendos adelantos tecnológicos, sigamos reducidos a una escena sacada de la Biblia, en la que los unos que afirman tener la verdad sacan sus piedras a diario, ahora en formato digital. Bajo la premisa “Es mi derecho a opinar”, arremeten contra los otros que tuvieron la mala suerte de pensar diferente.

Desde ya, mi admiración por quienes, en silencio, siguen sus vidas, las reconstruyen y pasan de largo toda crítica. Ese es el estado sentimental que Facebook debería promover: ser feliz.