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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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El “fraude” como estrategia

El “fraude” como estrategia
El Consejo Nacional Electoral de Ecuador (CNE) ratificó la noche del martes al oficialista Lenín Moreno como presidente electo del país, tras un recuento de más de 1.2 millones de votos de la segunda vuelta del 2 de abril, disputada con Guillermo Lasso y que la oposición insiste en considerar que fue "fraudulenta", en lo que parece ser una —mala— estrategia de resistencia de los perdedores.

El recuento de 3.865 actas que presentaban supuestas irregularidades y solicitado tanto por Alianza País (AP) como por el movimiento opositor Creando Oportunidades (CREO, derecha) incluso aumentó a 51.16 por ciento los votantes que eligieron a Moreno frente al 48.84 por ciento que escogió a Lasso. Finalmente, Moreno recibió el apoyo de 5.062.018 votantes y Lasso 4.833.389 sufragios, 69.436 votaron en blanco y 670.731 nulo, informó el secretario Fausto Holguín desde el coliseo Rumiñahui en Quito, donde tuvo lugar el acto en el que participaron cientos de trabajadores del CNE. Además, cientos de militares participaron en la custodia de los paquetes electorales en su traslado desde diferentes regiones hasta la capital, así como para vigilarlos en el mismo lugar.

"Gracias a todos ustedes por demostrar que somos una sociedad honesta, que respetamos la democracia y que jamás seremos cómplices de ninguna práctica fraudulenta", sostuvo el presidente del CNE, Juan Pablo Pozo. Lamentó que "ciertos actores políticos (...) con una estrategia de mentiras e infamias han intentado deslegitimar el proceso electoral". Aseguró que el proceso de recuento fue "ampliamente observado" por delegados de misiones internacionales la de la Organización de Estados Americanos (OEA).

CREO no participó en el recuento por considerarlo un "show correísta" (por el presidente Rafael Correa) y porque defiende que su petición (no contemplada en las leyes) es por un recuento "voto a voto" del total de los sufragios y no solo de las actas observadas. En su cuenta de Twitter, Correa criticó a sus opositores: “Resultado recuento voto a voto de todas las actas impugnadas, más del 11 por ciento : Lenín SUBE 1.594; Lasso BAJA 439 votos. El único fraude: CREO”. “Se confirma que lo de CREO es un re-cuento”. Lasso insistió ayer mismo en el teórico fraude: "Jamás reconoceremos la victoria de un candidato declarado por el Consejo Nacional Electoral como Presidente electo", dijo en referencia al izquierdista Moreno y agregó que "será un Mandatario sin auténtico mandato, será el sucesor de un dictador".

Ahora bien, en términos generales, la oposición latinoamericana a gobiernos denominados de izquierda parece siempre presta a denunciar irregularidades cuando les resultados electorales no le son propicios. Esto ya no es novedad, aunque sí lo es la actitud de quienes perdieron en Ecuador que, rechazando participar en reiterados cómputos, así sean parciales, y luego negándose a reconocer resultados finales, no solo se deslegitiman ellos mismos, sino que, pensando tal vez en dañar al adversario, lo que hacen es deteriorar profundamente la democracia.

Con seguridad, los sistemas de elección de esta y de todas las naciones son perfectibles (recuérdese cómo es que incluso en EEUU el actual Presidente no es quien ganó el voto popular). Llegar sin embargo a poner en tela de juicio hasta los recuentos solicitados por los mismos denunciantes ya es un exceso que solo contribuirá al descrédito ciudadano acerca de los procesos de sufragio. Qué duda cabe, es un deber asimismo de quienes gobiernan garantizar funcionarios de órganos electorales que generen confianza. El no hacerlo será a futuro un gran aliciente para quienes creen que pateando el tablero perjudican más a sus oponentes que a la democracia en sí.

Por encima de lo anterior, todo movimiento político que aspire a ganar comicios antes que nada debería preocuparse por dos cosas: tener un proyecto de país y un candidato idóneo. En el caso ecuatoriano, la propuesta opositora representaba un viraje al pasado y su candidato era un banquero acusado de lavado de dinero en Panamá. Así las cosas, difícil, pues, que CREO gane una elección y, más difícil aun, por una diferencia que sea incuestionable.