Mientras decenas de activistas de Mujeres de Fuego y #NiUnaMenos se alistaban, ayer, para protestar frente a la EPI Sur, exigiendo que el juzgado cautelar no libere al único sospechoso de asesinar a la universitaria Lilian Dayana Galindo, la madre de la víctima era notificada con la suspensión de la audiencia de cesación de la detención preventiva solicitada por el aprehendido.

Después de siete meses del crimen, el juzgado cautelar anunció que la Fiscalía ya había presentado una acusación formal en contra Rodolfo D.I., por el delito de feminicidio, y el proceso fue derivado a un juzgado de sentencia, para que se fije fecha del juicio oral, por lo que ya no le competía atender la solicitud de cesación de detención.

La Fiscalía presentó la acusación en cuanto la parte civil formalizó la querella, en contra del imputado. Así lo hizo la Oficina Jurídica para la Mujer, como representante convencional del padre de Lilian Dayana Galindo.

El 21 de septiembre de 2016, la joven que había terminado una relación con Rodolfo D.I., fue interceptada por él y obligada a subir a la habitación que alquilaba en la avenida Oquendo. Allí, Dayana fue asesinada con 34 puñaladas. La prima de ella fue a buscarla y encontró a Rodolfo D.I. escapando de la escena del crimen. El universitario fue aprehendido y se negó someterse a las pruebas de ADN y a los peritajes psicológicos. El celular de Dayana “desapareció” y luego fue hallado sin fotos ni mensajes.