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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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DESDE AFUERA

¿De verdad quiere usted salvar vidas humanas?

¿De verdad quiere usted salvar vidas humanas?
Señor Presidente de EEUU, ¿por qué comenzó usted tan temprano? ¿Cuál es la urgencia? Sí, ya sabemos, la edad y todo eso, pero, ¿no era que iba a hacer las cosas diferente? No, no me refiero solo a Siria. El mes pasado su Ejército bombardeó Mosul y murieron casi doscientas personas. El Mundo apenas se conmovió, pero muchos niños murieron en ese ataque. Sí, ya sé que ustedes no tenían intención de matar ningún niño inocente. Tal vez su colega, ese otro enamorado del poder que preside Siria tampoco quería matar niños. Será malo, pero no tan estúpido. Su objetivo era el mismo que el de ustedes: los terroristas del Estado Islámico. Pero, a ellos (si fueron ellos, claro) no les importó que entre las 50 ó 60 víctimas hubiesen niños, como no les importó a ustedes en Mosul. ¿Sabía que los pobres también tienen niños? Hasta en la base militar que acaba usted de bombardear en Siria murieron niños. Cierto, no tantos, y probablemente eran hijos de militares. Pero, niños al fin, ¿no?

Su portavoz ha dicho que ni Hitler usó armas químicas como el dictador de Siria. Eran las preferidas de Churchill, ¿recuerda? No, no lo sabe. Supongo que al menos sabrá que ustedes las usaron sistemáticamente en Vietnam, por mencionar un solo caso. ¿No? El famoso Agente Naranja no se llamó así por el color de su pelo. No murieron 50 ni 100 personas. Probablemente murieron un millón y otro millón nació y sigue naciendo con malformaciones. Bueno, supongamos que los malditos profesores exageran las cifras. Digamos que solo murieron mil o dos mil, para no ofender a nadie.

¿Pero, usted? ¿No era que iba a hacer las cosas diferente? No, yo no. No soy tan ingenuo. Yo no le creo a ningún político, ni al más malo. Es un defecto que me quedó de la dictadura militar en la que crecí. Lo sé, lo sé. Todos dicen lo mismo antes de ganar las elecciones. Pero, uno tampoco puede dejar de anotarlo. Faltaba más, que además de acusarnos de radicales peligrosos por usar palabras y no armas ni dinero, además nos dedicáramos al silencio cómplice.

No hace mucho, usted dijo que la guerra en Irak había sido producto de mentiras. Cuando nosotros lo dijimos antes de que se lanzara esa aventurita, resulta que éramos infantiles, poetas desvinculados de la realidad. Claro, porque un billonario como usted sí sabe lo que es la realidad… Luego, como siempre, la verdad se supo cuando ya no importaba. Ahora que es prácticamente imposible ocultar la verdad, la solución es que no importe en ningún momento.

Vayamos a lo que importa. ¿Es usted realmente honesto sobre sus intenciones de salvar vidas alrededor del Mundo, vidas de inocentes como conmovedoramente dijo antes de bombardear Siria? ¿De verdad? Por favor, dígamelo con la mano en el pecho. ¿Sí? Bueno, entonces, ¿por qué no bombardea el Mundo con alimentos, con medicinas, con libros, en lugar de arrojar doscientos millones de dólares diarios solo en bombas, como se ha venido haciendo desde hace ya muchos años? De esa forma ahorrará usted millones. Millones de vidas y millones de dólares.

Claro, la seguridad nacional y todo eso. Siempre habrá gente que insista en lo mismo. No le conviene a la seguridad nacional alimentar a los enemigos. Los que gritan este tipo de obviedades son los mismos que han creado gran parte del problema, sino todo el problema (...)

(Tomado de www.pagina12.com.ar)