La oposición venezolana aseguró ayer que las protestas antigubernamentales de los últimos días han dejado al menos seis fallecidos, al informar este viernes de la muerte de Yey Amaro, un oficial de policía que fue arrollado el martes en el estado Lara (oeste), por supuestos grupos paramilitares

Pese a ello, las protestas se detuvieron ayer, mientras que el chavismo y la oposición se lanzaron acusaciones por la violencia desatada en  las manifestaciones

El diputado opositor Alfonso Marquina, natural de ese estado, aseguró a EFE que Amaro estaba llegando a su residencia cuando decidió intervenir en una protesta que ocurría en esa zona "para intentar mediar", cuando fue arrollado por un vehículo que, según el legislador, era conducido por grupos armados

Algunos medios locales reseñaron este deceso y aseguraron que la víctima tenía 37 años y duró varias horas hospitalizado antes de morir

Las manifestaciones antigubernamentales en Venezuela, que piden elecciones y la remoción de siete magistrados del Supremo a quienes acusan de haber dado un "golpe de Estado", cumplen dos semanas y han dejado al menos seis muertos, un centenar de detenidos y cientos de heridos, según los balances del antichavismo.
Por su parte, el gobernador del central estado de Miranda y dos veces candidato presidencial, Henrique Capriles, se refirió ayer también a este hecho. "Hasta el día de ayer, que lo sepa el mundo, en Venezuela han sido asesinadas seis personas, seis venezolanos que han sido asesinados por cuerpos de seguridad por órdenes de Maduro", dijo Capriles.
SAQUEOS Al menos 15 negocios fueron saqueados durante la noche del jueves y la madrugada de ayer en el estado venezolano de Miranda, informó el gobernador Capriles, dos días después de que otras 14 tiendas resultaran afectadas en esa región. Capriles, en declaraciones ofrecidas a través de la red social Periscope, aseguró que panaderías, zapaterías, ventas de licores, frigoríficos, una fábrica y otros pequeños establecimientos fueron saqueados.
El chavismo, por su parte, responsabilizó a Capriles por los saqueos registrados durante la noche del jueves y la madrugada del viernes en su entidad, al tiempo que el gobernador asegura que estos "actos vandálicos" fueron promovidos por el Gobierno y no guardan relación con las protestas antigubernamentales.