Con mucho dolor, pero a la vez con dignidad, la familia Copaga asegura que ya no cree en la justicia, no espera nada de ella y vaticina que el policía Jhonny S., principal sospechoso de disparar una granada de gas en la cabeza del universitario, será absuelto en el juicio oral y que el caso quedará en la impunidad.

Después de un poco más de un año OPINIÓN volvió a conversar con la familia Copaga, pero esta vez cerca de su casa.

Hace un año Jhon Copaga estaba postrado en una cama del hospital del Seguro Universitario con su salud muy deteriorada.

Los médicos temían lo peor y pensaban que se quedaría en estado vegetal.

Sin embargo, el universitario ha sorprendido a todos y ha mejorado significativamente, pero hay un problema: no recuerda nada, perdió la memoria y ahora parece un niño.

Jhon cumplirá 26 años el 9 de septiembre, pero en julio de 2015 volvió a nacer y hoy no disimula sus ganas de comenzar de cero. Está muy inquieto y le gusta mirar televisión.

Cuando Jhon ve llorar a su madre, Lourdes de Copaga, no entiende lo que pasa, sus ojos miran a todas partes para intentar encontrar una explicación, pero no la encuentra, entonces sus ojos se humedecen y repite palabra a palabra lo que su madre suplica de rodillas: “justicia, justicia por favor, quiero que me devuelvan a mi hijo”.

Si eventualmente Jhon Copaga se encontrara con el policía Jhonny S., principal sospechoso de haberle disparado una granada de gas en la cabeza en una protesta universitaria, el joven universitario hoy le recibiría con una sonrisa y un tierno saludo.

Es que Jhon parece un niño y no recuerda nada del incidente del 30 de julio, cuando presuntamente un policía le disparó una granada de gas en la cabeza, durante el conflicto universitario de 2015.

Jhon mejoró en un poco más de un año, pero necesita atención las 24 horas. Usa pañal, es vestido por sus papás, y no puede movilizarse solo. Atenderlo requiere cada día un monto de al menos 250 bolivianos sólo para pagar la sesión de fisioterapia y trasladarlo.

Los gastos son un gran problema para la familia, aunque el pesar porque no se hizo justicia por el daño provocado a su hijo es mayor. “Me quejo de la justicia boliviana. Este Gobierno que ha mandado a la Policía a disparar al universitario sin motivo y no nos ha solucionado nada”, dice Néstor Copaga, mientras se desarrollaba el juicio contra el único acusado por el caso, un policía que participó en la represión a los universitarios aquel 30 de julio de 2015.

El papá de Jhon critica duramente a la justicia por el calvario vivido durante casi dos años. Apunta primero a la Fiscalía que, dice, rechazó la ampliación de la querella a otros presuntos implicados y denuncia a su exabogado quien, asegura, “se ha hecho comprar (…) se ha parcializado” y realizó gestiones que perjudicaron la acusación.

“El primer memorial que había presentado, con nuestro apuro nosotros no hemos leído bien, y había sido solamente denuncia. Ahí se ha parcializado y no nos dábamos cuenta”, cuenta Néstor Copaga.

Mientras la familia se encontraba en Argentina, a donde Jhon fue llevado en septiembre de 2015 para someterse a un tratamiento del daño neurológico, el proceso se estancó y derivó en una resolución de sobreseimiento emitida en marzo de 2016 por la fiscal Lizeth Martínez, presuntamente por falta de pruebas.

Poco después de conocerse esa decisión, el entonces fiscal del departamento, Ever Veizaga, revocó la medida e instruyó presentar la acusación para dar paso al juicio oral.

“El que ha disparado no nos ha dado nada, ni un centavo, ni un pañal (…). El policía dice que no ha estado ni un día detenido en la cárcel, estaba afuera, como no teníamos tiempo, ocupados en nuestro hijo, no sabíamos”, denuncia el papá de Jhon.

La familia exige al Comando Departamental de la Policía explicar por qué el policía señalado como culpable no tuvo castigo y al Ministerio Público le pregunta: ¿Por qué los fiscales asignados, pese a ser tres, nunca se presentaban a las audiencias?

Por todo lo vivido en los juzgados, la familia Copaga decidió no presentarse al juicio oral y optó sólo por esperar que se logre un buen resultado.

NECESIDADES El día a día de Jhon es complicado. Hay que atenderlo en todo. Usa pañales y no se vale por sí mismo para nada. Aunque lo ideal sería que un enfermero o enfermera lo atienda, para que los papás puedan salir a trabajar, la familia no tiene el dinero para costear ese servicio.

Néstor cuenta que su hijo ve televisión y comprende. “Ayer (el lunes) ha llorado al ver las noticias. Se ha quejado al escuchar que el policía tiene 20 testigos. Mi hijo tiene un testigo, no sabemos de dónde han sacado porque no nos han hecho valer, nos han rechazado, hemos presentado testigos, no han hecho nada, la fiscalía ni el juez”.

Indica que el entonces rector de la UMSS durante el conflicto, Waldo Jiménez, se comprometió a dar los recursos para el restablecimiento de Jhon, pero, asegura, no cumplió. Néstor destaca que las nuevas autoridades de la universidad están ayudando.

El desafío de la familia es encontrar buenos médicos que atiendan a su hijo y los recursos para costearlos. Entretanto, los Copaga confían en su recuperación. El joven, aunque no parece estar totalmente consciente de su situación, se esfuerza por mostrarse bien. “¿Qué te gusta comer Jhon?”, le preguntamos, “anticuchoooo”, responde sin pensarlo dos veces.

JUICIO ORAL El juicio oral avanzó hoy por segundo día consecutivo en el Tribunal de Sentencia y el juez determinó otro cuarto intermedio.

En la mañana concluyó la fase de declaración de los testigos y en la tarde el Ministerio Público expuso las pruebas periciales y los videos del momento del impacto de una granada de gas en la cabeza de Copaga.

Llamó la atención que a las 15:45 el abogado de la defensa del policía abandonó la audiencia de forma inesperada.

OPINIÓN intentó conversar sin éxito con el abogado del policía.

26 años

Los padres de Jhon Copaga, que cumple 26 años el 9 de septiembre, pidieron ayuda económica para mejorar la salud de su hijo.

30 De julio

La mañana del 30 de julio Jhon Copaga sufrió el impacto de una granada de gas en la cabeza, que le produjo graves lesiones en la cabeza, que lo dejaron postrado en una silla de ruedas.

Fechas claves

30/08/2015

La mañana del 30 de julio de 2015, durante los enfrentamientos entre universitarios de la UMSS y policías en inmediaciones del campus central, Jhon Copaga fue víctima de un proyectil de gas que estalló en su cabeza. Como dirigente de la Facultad de Agronomía estaba en la protesta exigiendo que los docentes interinos rindan exámenes para ser titulares.

22/09/2015

El universitario parte a Argentina para recibir atención médica especializada en el hospital Néstor Kirchner.

08/01/2016

Jhon Copaga vuelve a Cochabamba despierto y con una mejora en su salud, pero aún postrado en una silla de ruedas por una parálisis y daño neurológico irreversibles. Sus padres Néstor Copaga y Lourdes López lo acompañaron durante su tratamiento en el vecino país.

02/2016

Jhon Copaga vuelve a Cochabamba despierto y con una mejora en su salud, pero aún postrado en una silla de ruedas por una parálisis y daño neurológico irreversibles. Sus padres Néstor Copaga y Lourdes López lo acompañaron durante su tratamiento en el vecino país.

10/04/2017

Comienza el juicio oral contra el policía Jhonny S., principal sospechoso de disparar una granada de gas en la cabeza del universitario.