Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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De memes y memez

De memes y memez
No es ya novedad en otros países. Las agencias noticiosas informan casi semanalmente de casos de personas que van a la cárcel por hacer un uso delictivo de sus cuentas de Twitter y Facebook, entre otras redes sociales. La justicia de naciones como Estados Unidos, España y Alemania recientemente ha enviado a prisión a internautas acusados de varios delitos, algunos ciertamente graves como los vinculados a trata y tráfico y terrorismo, pero otros también en aparente represalia política.

Tal vez por no estar normado el uso de redes sociales ni los delitos informáticos en general (en el Código Penal hay un par de escuetos artículos), en Bolivia causó gran revuelo la detención preventiva el pasado sábado de dos jóvenes en Santa Cruz por la publicación de un meme en redes sociales. El proceso fue iniciado por funcionarios del Ministerio de Gobierno y, paradójicamente, los acusados pertenecen a las Juventudes del Movimiento Al Socialismo (MAS). En su versión, ellos apenas compartieron el meme, sin ser los autores de este.

Conocida en el mismo Facebook la publicación, más que tratarse de un meme se ve que es una suerte de organigrama con denuncias graves contra autoridades y trabajadores de la señalada cartera de Estado que, sin embargo, desistió este mismo martes del juicio, tal vez a raíz de las duras críticas que este ocasionó.

"La denuncia fue por calumnia e injuria, y el fiscal imputó por discriminación. Hubo mucha irregularidad, por eso nos vamos a querellarnos contra el fiscal y el juez, para meterlo a la cárcel. También vamos a pedir que procesen a los ocho funcionarios que aparecen como denunciantes", dijo el presidente de las Juventudes del MAS en Santa Cruz, Rolando Cuéllar, entrevistado por el portal Urgente.bo.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, aseguró ayer que los ataques en su contra en redes sociales no son casuales y que tienen una causa específica, razón por la que, informó el diario Página Siete, activó una investigación para destapar a quienes están detrás de los diferentes materiales que sobre él circulan en internet.

El término meme, indica la Fundeu, aparece definido en el diccionario Webster como “idea, comportamiento, moda o uso que se extiende de persona a persona dentro de una cultura”, y se emplea cada vez más para referirse a cualquier imagen o texto, a menudo de contenido humorístico, que se comparte viralmente en las redes sociales durante un periodo breve. Memez, por otra parte, está definido por el Diccionario de la RAE como: “Cualidad de memo [tonto]”.

Pensamos, pues, que lo hecho por los funcionarios del Ministerio de Gobierno es una tontería. En principio porque, como se apuntaba al inicio, no hay una legislación clara sobre lo que se publica en la red. En segundo lugar, si lo que se buscó es el aleccionamiento —por añadidura contra simpatizantes del propio oficialismo—, el efecto fue inverso. El “meme” en cuestión se multiplicó en decenas la jornada pasada, muchos de ellos lamentablemente compitiendo por ser el más ofensivo.

Por otra parte, si algo debieran saber nuestros funcionarios es que, al ser tales, ellos más que nadie están en la mira de la ciudadanía. Sus actos, incluso los privados si tienen que ver con el interés colectivo, son de dominio público.

Finalmente, es al menos ingenuo creer que las ideas —así sean falsas— se combaten con la persecución y no solo con otras ideas. En ese sentido, en vez de pensar en juicios y luego retroceder, el Ministerio y el Gobierno en general podrían aprovechar las mismas herramientas con las que les critican. Ya lo dijimos, qué bueno sería que el Ejecutivo, mediante concursos o fondos concursables, por ejemplo, se apropie del talento de los internautas bolivianos —que hay y mucho— para difundir sus logros o incluso para desmentir de manera jocosa lo que haya que desmentir.