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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Misicuni, inicios de un largo anhelo

Misicuni, inicios de un largo anhelo
Tras los últimos hechos referidos al proyecto Misicuni, hacemos una retrospectiva de cómo fue evolucionando, desde hace ya más de 65 años. El proyecto fue ideado en principio en 1950, para establecer un sistema de riego a gran escala. Se pensó en la construcción de un gran repositorio y sistema de distribución. No obstante, entre 1970 y 1990, Cochabamba recibió grandes contingentes de migrantes, sumándose así el objetivo de generar agua potable, lo que complicó una iniciativa que no llega a concretarse del todo hasta hoy.

El Comité Cívico, en mayo de 1985 según informó OPINIÓN, declaró un paro por el incumplimiento del Gobierno en la entrega de divisas para el departamento, entre ellas las ofrecidas para el pago al Bank Leu de Suiza, por trabajos realizados para Misicuni.

En noviembre de ese mismo año, se propuso la creación de una empresa para ejecutar este proyecto. Un año después, en 1986, el diario indicó: “Fue constituido el Comité Impulsor de Misicuni”, con cuyas gestiones se aprobó un plan operativo en 1988, aunque sujeto a evaluación de factibilidad.

En abril de 1989, uno de los titulares de apertura del matutino fue “Primera fase de Misicuni podría iniciarse en 1991”. Se anunciaba entonces que el túnel dotaría de agua a los cochabambinos en 2003. Este entusiasmo se disipó rápidamente con otra noticia que indicó: “Recién se inició contacto para financiar Misicuni”. En este proceso, la Corporación Andina de Fomento (CAF) inició, en octubre de 1989, la evaluación del proyecto.

Entretanto, en noviembre de 1989, la empresa pública de agua Semapa advirtió que el “racionamiento de agua potable se mantendría indefinidamente”, lo que motivó una crisis en la ciudad.

En enero de 1990, OPINIÓN tituló: “Crédito italiano sería definido hasta marzo”, y en abril se conoció el informe de la CAF que señaló: “Misicuni es la mejor opción para dotación de agua”. En mayo de 1990, el presidente Jaime Paz Zamora anunció la concreción del proyecto, por el que la ciudadanía realizó una gran manifestación, a la vez pidiendo recursos para un aeropuerto internacional.

En septiembre de 1990, el diario informó que Misicuni se iniciaba en su primera fase con la construcción del túnel. Si Italia financiaba el proyecto, este sería realidad en 1996. Sin embargo, en abril de 1991 se conoció que Italia rechazó la iniciativa por tener estudios deficientes.

En julio de 1992 y tras largas evaluaciones, el Banco Mundial autorizó proseguir los trámites y en octubre se comunicó que las obras de trasvase serían licitadas hasta el 31 de diciembre de ese año. La siguiente gestión se anunció la firma de contrato con la italiana Per - Condotte, que se adjudicó la primera fase, anunciándose que las obras concluirían ese año.

En 1994, en el nuevo Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, se autorizó nuevamente la construcción de la primera fase de Misicuni. En medio de tantas idas y venidas, el editorial de OPINIÓN del 15 de mayo de 1994 expresó su molestia por la situación, en la nota “Misicuni, sinónimo de burla y desprecio”. Aun así, las sorpresas no terminarían. En agosto de 1994, el alcalde Manfred Reyes Villa anunció que el municipio y la Corporación de Desarrollo de Cochabamba (Cordeco) asumirían la dirección del proyecto, lo que fue descalificado por el Gobierno.

En marzo de 1995, ante la amenaza del Comité Cívico de paro total y huelga de hambre, el Ejecutivo garantizó el comienzo de obras hasta septiembre. Entretanto, se anunció ese mismo mes que Cordeco y la Empresa Misicuni iniciaron las obras preliminares para el trasvase.

El siguiente año, en junio de 1996, OPINIÓN recogió las declaraciones de Sánchez de Lozada: “Después de 40 años hoy arranca el proyecto Misicuni”. No obstante, a los pocos meses Condotte anunció su retiro de la conclusión del túnel.

Las trabas continuaron hasta el nuevo siglo, entre promesas del Gobierno de Hugo Banzer, marchas, bloqueos y cambios de empresas.