El periodista boliviano José Pomacusi denunció este martes haber sido objeto de un trato humillante en el aeropuerto de Santiago de Chile tras que desembarcara en dicha terminal procedente de la ciudad de Santa Cruz en un vuelo inaugural de la aerolínea chileno-brasileña LaTAM.

"Recibimos un trato humillante. A mí me separaron del grupo, fui encerrado en un cuarto e interrogado por tres funcionarios de Seguridad de Migración del aeropuerto de Santiago", manifestó Pomacusi, según una nota publicada por El Deber.

El director del programa “No Mentirás” del canal PAT y de la revista Poder y Placer contó que la reacción de la Migración chilena fue inmediata, ya que procedieron a retenerlos luego de desembarcar del avión y hacerles firmar un documento en el que se comprometían a tener un buen comportamiento.

"Me comprometía, más o menos, a no incendiar Chile", dijo Pomacusi quien compartió el vuelo con otros empresarios nacionales.

Junto a él también se encontraba Deisy Ortiz, periodista del diario cruceño El Deber. Tras firmar el compromiso, ambos periodistas continuaron el viaje rumbo a Puerto Mont. El argumento que esgrimieron las autoridades chilenas para este proceder, según el periódico cruceño, fue que las relaciones bilaterales entre Bolivia y Chile ingresaron "en un nuevo contexto", aludiendo al diferendo marítimo que existe entre estos dos países.

Más tarde, en un contacto con el programa “No Mentirás”, Pomacusi afirmó que el maltrato proviene de funcionarios chilenos y no así del pueblo chileno.

ANP respalda a comunicadores que fueron retenidos en Chile

La Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP) expresó su protesta por el nuevo incidente en Chile que atenta contra derechos elementales de los comunicadores, al referirse a los nueve periodistas que viajaron a ese país en el vuelo inaugural de LaTAM y que al menos uno fue retenido y obligado a firmar un compromiso de “buen comportamiento”.

La ANP recuerda que el artículo 79 del Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra de 1949, considera a los periodistas “personas civiles” y por tanto gozan de las libertades de tránsito. También apoya su defensa en el artículo 13 sobre Libertad de Pensamiento y Expresión de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, de noviembre de 1969, que protege el trabajo periodístico sin considerar fronteras.