Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Tsunami para Bolivia

Tsunami para Bolivia
No. El título no es ironía ni sarcasmo. Es así como empezó la conversación, hace muchos años, con un colega chileno que, al saber que yo era boliviano, me dijo a quemarropa: “Estamos trabajando para que Bolivia tenga un tsunami”. Por supuesto, mi cara de perplejidad requirió de varias explicaciones.

A saber, Tsunami en Bolivia es el nombre del programa “Puente chileno boliviano de Jóvenes por el mar”, promovido por el Partido Humanista de Chile, con una mirada integradora latinoamericana. Dicho movimiento estuvo a cargo de Juanita Vergara, quien en 2007 convocó a varios universitarios chilenos para un “primer encuentro de jóvenes en Cochabamba, donde se revisó y debatió acerca de la historia de la Guerra del Pacífico y el apoyo de la demanda marítima boliviana”, según relata el blog Vuelve a la matriz. Nueve jóvenes acudieron al llamado y los resultados de dicha discusión fueron entregados a la Vicepresidencia de Bolivia. El registro audiovisual fue realizado por Miguel Litín, destacado cineasta chileno. Según narra el blog, dicho encuentro fue realizado también en noviembre del mismo año en La Paz, y con miras a expandir el “puente” hacia Perú.

No encontré más información en internet salvo la que acabo de contarles. Solamente tengo los fragmentos de aquella conversación de hace más de diez años, cuando empecé a poner en perspectiva todo el paroxismo nacional que conlleva el “mar”, tanto para bolivianos como para chilenos. Este colega, a quien le tengo mucho aprecio, me contó que la idea del puente era generar una experiencia de convivencia con el otro, para desmitificar los imaginarios, los muros mentales que históricamente hemos construido bajo la mirada severa de héroes y de himnos que claman, en ambos lados, la supremacía sobre el otro. Claramente, es un enfoque humanista. Pueden googlear “movimiento siloista” o solamente “Silo” para entender a cabalidad el espíritu detrás de este movimiento.

Desfiles van, actos cívicos vienen, himnos de fondo y variopintos elementos que metaforizan el agua son el menú del llamado Día del Mar. El resto de los días volvemos a nuestro estado natural y pienso en aquellos estudiantes (tanto chilenos como bolivianos) que participaron de este puente, en lo que lograron sin discursos ni campañas: ser amigos, compañeros, vecinos de este barrio llamado Sudamérica. En palabras de Silo, el fundador del humanismo: “Serán las nuevas generaciones las que comiencen a enseñar a los adultos con un nuevo afecto y una nueva comprensión". Gracias Raúl Silva por esta lección.