Plus de vinagre de manzana: Este producto funciona como blanqueador y también es muy efectivo para eliminar los gérmenes y bacterias de la boca. Lo ideal es diluirlo con abundante cantidad de agua, y luego mezclarlo con la pasta de dientes. También se pueden usar como enjuague.

Pulido con bicarbonato de sodio: Sirve para remover las manchas y las bacterias. Para ello, se puede aplicar una pizca sobre la pasta dental y luego cepillar normalmente o mezclar una cucharada con agua fría hasta crear una pasta homogénea y luego, colocarla en el cepillo de dientes. Una advertencia: no debe utilizarse más de tres veces por mes, porque en en exceso puede dañar el esmalte dental.

Limpieza con cáscaras de naranja: En su parte interior, de color blanco, contienen componentes como vitamina C, glucrato, fibra, limoneno, que ayudan a remover las manchas más resistentes. Simplemente se debe frotar esta parte de la cáscara sobre los dientes, varias veces. Luego, enjuagar con agua y cepillar de la forma habitual.

Limpieza con cáscara de banana: Cuenta con un gran concentrado de ácido salicílico y ácido cítrico. Ambas sustancias con poder blanqueador. Con los mismos pasos que en la opción anterior.

Pasta de frutillas: Además de irresistibles, se trata de la fruta más efectiva para blanquear los dientes y para tener un aliento agradable. El secreto es que contiene ácido málico que ayuda a eliminar bacterias que afectan a los dientes. La receta sugerida es triturar dos o tres unidades en un recipiente (se puede agregar una pizca de bicarbonato de sodio). Una vez listo, aplicar la pulpa en la dentadura, como si fuera una pasta, dejar actuar varios minutos y enjuagar. También se puede colocar en el cepillo de dientes.