Las imposiciones de la Ley Forestal Nº 1700 a los productores en madera y la importación de muebles de Argentina, Brasil y China, son factores que limitan el crecimiento de los carpinteros en Cochabamba, según aseveró el presidente de la Confederación Nacional de Carpinteros de Bolivia, Moisés Gutiérrez.

Más de 2.500 carpinteros en Cochabamba, organizados en 12 asociaciones, sienten que su rubro no puede crecer por las imposiciones tributarias y la saturación del mercado con productos importados.

Desde que fue aprobada la Ley Forestal en 1996, durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, el sector se ve obligado a pagar el 13 por ciento en impuestos.

Además los precios de la madera se han encarecido. Por ejemplo, el roble que antes de la ley costaba 5 bolivianos ahora está a 21. “Esta ley está pensada solo para los grandes exportadores de madera y no para los micro y pequeños productores”, dijo Gutiérrez.

El sector pide, en su día, una ley en la que sea considerada su situación y necesidades. “No hay un solo artículo que hable de nosotros”. Ellos buscan promover su producción y protegerla de muebles de baja calidad del exterior.