Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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INNOVACIÓN Y FINANZAS

Del San Pedro al Singani 63

Del San Pedro al Singani 63
Quién no se acuerda del singani San Pedro de antaño, quizás la bebida alcohólica más consumida en los años 70 y 80 en Bolivia. Eran años cuando el whisky, el vodka y el ron eran bebidas sin mucha presencia en el mercado, y cuando la cerveza y el chuflay eran las bebidas preferidas en todo acontecimiento social.

Desde aquel tiempo, el consumo de singani ha ido cediendo mercado a todo tipo de bebidas alcohólicas, desde el tradicional whisky hasta el moderno fernet, que hoy es preferido por los jóvenes. Sin embargo, en todo proceso de innovación muchas veces productos tradicionales o antiguos pueden ser resucitados con nuevas marcas o nuevos modelos de negocio y así vigentarlos en la búsqueda de nuevos mercados.

Es así como surge Singani 63, de la mano de un director afamado de cine, el estadounidense Soderbergh, quien ha decidido buscar mercados de exportación para esta bebida y, en los próximos meses, lanzará en la ciudad de Santa Cruz esta marca con la que actualmente distribuye en Estados Unidos. De esta manera, un viejo producto, que tomaban nuestros padres y abuelos, recobrará vigencia nacional e internacional, con los consiguientes beneficios económicos para este empresario.

No es la primera vez que un extranjero viene a revalorizar algo boliviano. De hecho, el restaurante Gustu, de propiedad del reconocido empresario Claus Meyer, de origen danés, acompaña su menú de comida con una carta de bebidas solo de origen boliviano: vinos, singanis, cervezas, etc.

Mientras tanto, países andinos como Perú y Chile, desde hace muchos años están explorando el exterior en la búsqueda de mercados para su pisco, un singani de inferior calidad, pero que les brinda interesantes niveles de exportación, dejando una fuerte presencia de marca como país, y posicionando esta bebida en el mundo.

Si bien Perú ha tomado la delantera para posicionarse en el mercado internacional con su pisco, a través de su cóctel pisco sour, otros países como Chile han intensificado su interés de ganar mayores espacios en este mercado, habiendo exportado el año pasado el equivalente de 2.7 millones de dólares, principalmente al continente europeo. Este crecimiento, de más de un 100 por ciento con relación a años anteriores, ha sido posible gracias a una alianza del Gobierno y la empresa privada, con varias acciones en la promoción de esta bebida en el mundo. Prochile tiene una agenda muy intensa para apoyar esta estrategia de exportación y seguir posicionando la imagen de este destilado, a través de la presencia de empresas chilenas que acuden constantemente a ferias y la realización de actividades de promoción internacional.

Antes que otros emprendedores extranjeros descubran nuestra inmensa gama de productos tradicionales, como por ejemplo el amaranto andino, los ajíes chuquisaqueños o el copoazú amazónico, es hora de darles mayor valor agregado y poder ingresarlos al mercado internacional como productos boliviano exóticos, con todas los beneficios para el país y para los emprendedores bolivianos, bajo modelos de negocio inclusivos, que además generen beneficios para aquellos agricultores que, por falta de oportunidades, emigran desde el campo a las ciudades en condiciones desfavorables.