Ocurrió en el barrio Santo Domingo de la zona de Pucara, al sur de la ciudad. Dos vecinos que recorrían unos sembradíos de maíz, para verificar si la torrencial lluvia no los había dañado, sorprendieron a dos jóvenes mientras violaban a una adolescente que estaba dopada.

Los dos delincuentes se habían internado en medio de los maizales para vejar a una adolescente de 16 años. Al escuchar los pasos y voces de los vecinos, uno de ellos corrió entre los cultivos y desapareció. Los comunarios lograron capturar al otro atacante sexual, con una de las prendas íntimas de la menor en sus manos. El joven guardó silencio. Se negó a decir su nombre y tampoco quiso identificar al prófugo. Los vecinos llamaron a sus esposas, quienes cubrieron con ropas a la adolescente y se percataron que ella estaba dopada. Llamaron a la Policía y entregaron al aprehendido y a la víctima a efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen. La Defensoría de la Niñez y la Adolescencia intervino en el caso. “Hay grabaciones de cómo fue detenido y cómo estaba la pobre muchacha. Exigimos justicia”, declaró una de las vecinas.