Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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¿Quiénes somos?

¿Quiénes somos?
La línea de tiempo se ha tornado en un espacio de debate coyuntural. Traigo a colación algunas frases que aleatoriamente leí en Facebook durante esta semana: “Soy boliviano y no consumo hoja de coca” y “¿Por qué siempre ponen cholitas en las fotos turísticas si habemos otro tipo de personas?”

A diario, respondemos con mayéutica digital a la pregunta universal de “¿Quién soy?” Facebook es, a la perfección, un alter ego para ello. Dice cómo vistes, qué música escuchas, qué libros lees, qué haces los fines de semana, en fin. Somos conscientes de nuestros gustos, pero vaya que, de un tiempo a esta parte, las redes sociales han comenzando a ahondar en la diferencia, en lo que no somos, en negar al otro por su condición de diferencia, al punto de sentirnos orgullosos por “no pijchar” o no ser parte de ciertas manifestaciones folclóricas.

Parafraseando a Gabriela Oviedo (Miss Bolivia 2003), quien habló de una Bolivia donde “hablan inglés, son blancos y miran ‘Friends”, llama la atención la exacerbación de las diferencias que se ha asentado en nuestro país, probablemente marcadas por la pregunta del Censo 2012 sobre la pertenencia a una etnia. El 69 por ciento de los bolivianos dijo no sentirse identificado por ninguno de los 36 pueblos indígenas. Tal estadística, que durante esta semana ha marcado el trending topic de “7 de cada 10 bolivianos (agregar acción acá)”, es un ejemplo de cómo estamos forjando la identidad de nuestro país a partir de la sátira y la marcación de una línea divisoria imaginaria que define, claramente, ellos de nosotros.

¿Qué es entonces ser boliviano? ¿Quiénes somos los ciudadanos de este territorio? ¿Cuáles son los elementos representativos que nos identifican como únicos, irrepetibles y particulares ante el mundo, sin caer en imagen de postal de NatGeo? Participamos hace unos meses en conversatorios organizados por Feicobol para la construcción de la marca Cochabamba. Se pedía identificar con signos concretos (imagen, color, forma) a todo aquello que nos haga referencia a la ciudad. Qué difícil ejercicio sin caer en el lugar común de cristos, chicharrones y casas de campo. Sobre este tema, añado un dato: el Viceministerio de Turismo lanzará la nueva marca país, en reemplazo de aquel multicolor logo de “Bolivia”, formado por una achacana, un tucán y una hoja de coca.

El ejercicio es el mismo, y supone el entendimiento de la diferencia entre “imagen” e “identidad”. Identidad es cómo nos definimos, en tanto que imagen es lo que proyectamos (a partir de nuestra identidad). Subyace la pregunta, especialmente para ti que lees: ¿qué nos hace bolivianos?