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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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POTOSINOS, ORUREÑOS, PACEÑOS Y CHUQUISAQUEÑOS SE AFINCARON EN EL ORIENTE DESDE HACE VARIAS DÉCADAS.

La pujanza de los migrantes fortalece agro en Santa Cruz

La pujanza de los migrantes fortalece agro en Santa Cruz



Danilo Patriota, Bruno Morales y Víctor Aldana Peñaranda tienen dos cosas en común: son agricultores y migrantes que llegaron a Santa Cruz hace aproximadamente dos décadas para cultivar la tierra y producir alimentos.

La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) estima que aproximadamente el 50 por ciento de los agricultores que trabaja en Santa Cruz llegó de otro departamento o país.

El presidente de Anapo, Susano Terceros, va más allá y afirma que al menos el 80 por ciento de los pequeños productores nació en otro departamento.

Santa Cruz es el departamento que acoge a los habitantes de todo el país, sin distinción alguna, y les da la oportunidad de progresar, afirma el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, Gary Rodríguez.

Y esta afirmación se puede constatar al conversar con los agricultores que están afincados en la zona norte y este de Santa Cruz. Muchos de los pequeños, medianos y grandes agricultores llegaron desde el occidente del país, y otros de naciones vecinas, especialmente de Brasil.

Danilo Patriota es uno de ellos. Llegó de Brasil y cultiva desde hace más de 20 años la tierra en el municipio de Cuatro Cañadas. Ha establecido su negocio en este departamento, y también su familia.

Hace cinco años decidió nacionalizarse porque, asegura, está arraigado a esta tierra. "Ya soy boliviano. Vivo en el país y le tengo un gran cariño. Mis hijos están conmigo y mi esposa también".

Patriota tiene 2.500 hectáreas de tierra y se dedica, junto con sus hijos, a la producción de semilla mejorada para los agricultores de soya y sorgo.

La historia de Patriota se remonta a la incursión que hizo su padre a Santa Cruz, hace más de dos décadas, para sembrar soya. Su progenitor regresó a su país natal, pero él, seducido por el clima y la gente, decidió quedarse en Bolivia y aportar con sus conocimientos a la agricultura.

Para colaborar con más eficacia a la agricultura, Patriota estudió Agronomía en la Ucebol de Santa Cruz y continuó con el legado que le dejó su padre.

Sus dos hijos están decididos también a quedarse en Santa Cruz. El mayor, cuenta Patriota, se casó con una boliviana y su hija eligió también como pareja a un boliviano.

Otra razón más para que Patriota se quede a vivir en Santa Cruz es su nieto, Jonathan, de casi tres meses. "Es nuevito", afirma, y esboza una sonrisa.

PRODUCTOR DE SEMILLAS Danilo Patriota es gerente propietario de Totaí, una empresa que produce semilla de soya, en al menos en siete variedades. Obtiene como promedio 5.000 toneladas cada gestión, pero en los últimos años el rendimiento empezó a caer por la sequía y las plagas que afectó a Santa Cruz.

Toda la semilla que produce en su propiedad la vende en el mercado nacional a los agricultores. Pero además, les brinda asistencia técnica y capacitación para la siembra.

Desde que empezó a trabajar en el país, sus objetivos se mantienen: mejorar la calidad de semillas para que el agricultor tenga un mejor rendimiento y traer las novedades que en otros países se implementan.

Lo que sí lamenta este empresario es que en Bolivia todavía no se permita el uso de algunas variedades de semilla transgénica, que podrían duplicar el rendimiento, por ejemplo, de la soya. En su último viaje a Brasil pudo verificar que los agricultores de ese país están produciendo unas 5.5 toneladas de soya por hectárea, mientras que en Bolivia el rendimiento promedio es de 2.5 toneladas.

En la empresa Totaí Semillas trabajan aproximadamente unas 50 personas en forma fija, todas bolivianas. Cuando empezó, hace más de 20 años, el número no sobrepasaba de 10.

Patriota asegura que la producción de semilla es "aparentemente" más rentable que sembrar el grano, pero se requiere mayor inversión y cuidado en los cultivos.

POTOSINO El potosino Víctor Aldana Peñaranda fue uno de los más solicitados por los medios de comunicación durante el segundo día de la Exposoya 2017, que se realizó en Santa Cruz entre el 10 y el 11 de marzo pasados. El agricultor compró y posó ese día junto a su nueva adquisición, una moderna cosechadora, marca New Holland, de 275 mil dólares.

Víctor, al igual que cientos de agricultores que poseen tierras en Santa Cruz, nació en Potosí, pero su familia decidió migrar a esta ciudad cuando él apenas había cumplido diez años.

"En Santa Cruz encontré las oportunidades que no tuve en mi tierra natal".

Actualmente está asentado en San Julián, tiene cuatro hijos, dos de los cuales son hombres y dos mujeres. Los varones le ayudan en la tarea de la agricultura.

La familia de Víctor empezó sembrando soya en una extensión de 20 hectáreas, hace aproximadamente 23 años, y ahora su patrimonio alcanza a 1.400 hectáreas con cultivos de soya, 200 de maíz y 200 de arroz.

1950

La migración

La llegada de los migrantes a Santa Cruz, especialmente de la zona occidental del país, data de 1950, según un documental filmado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior, y que se proyectó en varios departamentos de Bolivia, en 2010.

Potosino produce girasol

Bruno Morales, de 56 años, nació en Potosí y actualmente cuenta con 50 hectáreas de terreno donde cultiva soya y girasol.

Su padre, cuando llegó hace 36 años a Santa Cruz, como parte de una de las oleadas de colonizadores, empezó a cultivar una hectárea.

"Llegó y empezó a trabajar con machete, en los cañaverales y luego a sembrar arroz y maíz".

El año pasado logró obtener 65 toneladas de girasol en 50 hectáreas, y la producción de esta gestión lo venderá a la industria del aceite. Le pagan por tonelada un promedio de 300 dólares. El rendimiento promedio del girasol es de 1.1 tonelada por hectárea.

Este agricultor asegura que el girasol no requiere de mucha agua. El año pasado, por ejemplo, no llovió mucho en el sector este de Santa Cruz, pero su cultivo no sufrió mucho los efectos.