El Deportivo apagó ayer la euforia del Barcelona (2-1), al que bajó a la tierra después de su épica remontada en la Liga de Campeones ante el PSG.

Los azulgranas habían firmado un pleno de triunfos en sus últimas cinco visitas al estadio de Riazor, pero se encontraron con una feroz resistencia y un meta Germán Lux totalmente inspirado.

El Barcelona no perdía en la Liga desde octubre, cuando cayó en Balaídos, frente al Celta.

El héroe del partido ante el PSG en la Champions, Sergi Roberto, fue uno de los cinco cambios que introdujo Luis Enrique, que no pudo contar con Neymar ni Rafinha.

Joselu apareció para obligar a Ter Stegen a sacar una mano y despejar a córner. En esa acción nació el primer gol.

A los de Luis Enrique les bastaron 58 segundos para elaborar un ataque que acabó con la resistencia local cuando el balón le llegó a Luis Suárez, que batió a Lux.

El partido reservaba un papel central para Álex Bergantiños, quien marcó el segundo tanto.