Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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SERENDIPIA

Peor ni en la canción

Peor ni en la canción
El tango “Cambalache” de Discépolo y la balada infantil del “Reino del Revés” de Elena Walsh resuenan, quizás porque no encuentro otra forma para describir las extrañas singularidades de la semana pasada.

Una fue que el Ministro de Gobierno y el Canciller convocaron al Embajador de Francia por un videojuego en el que Bolivia aparece como un Estado controlado por el narcotráfico. “Ghost Recon” saldrá a la venta el próximo mes. La publicidad gratuita de personeros de Gobierno será seguramente agradecida por la empresa creadora del juego. Sin duda, es un tema que preocupa por la deteriorada imagen del país en el exterior; pero, me pregunto, ¿nuestros ministros no tendrán temas más importantes de qué ocuparse?

Dos, el presidente Morales viajó de “emergencia” a Cuba debido a una afonía, sinusitis y dolor en el abdomen. ¿Una afonía es una emergencia? Si existen otras razones para el viaje, ¿por qué no las comunican de manera franca y abierta?

Tres, el Canciller boliviano agradeció y distinguió en persona a un grupo musical que primero se mostró a favor de una salida al mar. Luego, uno de los músicos pidió disculpas a sus fans chilenos. Comprensible el comportamiento del grupo musical, lo que genera estupor es el de autoridades, ídem a lo de Sean Penn.

Cuatro, un empresario cruceño denunció abuso de autoridad de un policía por Facebook. Ocurre que los policías apresaron a un señor de la tercera edad por un accidente con el empresario. A pesar de que este último se negó a presentar cargos, los otros agentes dilataron la solución por largas horas. Finalmente, los policías amenazaron al empresario por el mismo Facebook.

Cinco, el dirigente de las seis federaciones de productores de hoja de coca del Trópico de Cochabamba promulgó la Ley General de la Coca. La diferencia con la nueva norma será el destino de la legalización de las superficies de producción ampliadas.

La yapa y confirmación del “mundo al revés” y del absurdo campeante fue Sacha Llorenti, delegado de Bolivia ante la ONU. Se dio el lujo, en el Consejo de Seguridad, de votar junto a Rusia y China vetando un proyecto de resolución con un régimen de sanciones al Gobierno de Siria por el presunto uso de armas químicas. Y nadie en el país abrió la boca.