DESDE EL CUARTO PROPIO
Las mujeres paramos
07 de marzo de 2017 (20:01 h.)
Desde hace 108 años se conmemora el Día Internacional de la Mujer, no como celebración, sino como fecha de reivindicaciones y luchas. Es recién desde 1910, por iniciativa de la socialista Clara Zetkin, que se instaura el 8 de marzo como la fecha en la que se recordarían las luchas de las mujeres por la igualdad y, particularmente, por lograr el reconocimiento de los derechos laborales: salarios y jornadas justas.
Con el transcurso del tiempo, la fecha ha adquirido diferentes matices, y el carácter político y reivindicativo ha ido perdiendo su fuerza. Han cobrado relevancia las tarjetas de felicitaciones, rosas y chocolates, expresiones de la banalización de la fecha.
Este año, las acciones por el Día de la Mujer, se han articulado en torno al Paro Internacional de Mujeres, al que se han sumado más de 50 países y que en Bolivia es impulsado por los colectivos #NiUnaMenos, Pan y Rosas, Komunidad Vida y Universitarias Libertarias, entre otros, bajo la consigna: “Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”. La iniciativa, si bien asume diferentes demandas en cada país, se concentra en la denuncia de la violencia machista, los feminicidios y muertes de mujeres por abortos inseguros. Se promueve también la necesidad de generar igualdad en el ámbito laboral.
Se trata de una acción simbólica, para hacernos notar cómo puede ser imaginar el mundo sin mujeres, sin nuestro aporte en los ámbitos público y privado, sin el trabajo doméstico no remunerado y de cuidado. Acciones de protesta similares se registraron en diferentes momentos de la historia. En la antigua Grecia, Lisístrata protagonizó una huelga sexual para poner fin a la guerra; durante la Revolución francesa, las mujeres marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.
Hoy, 8 de marzo, las mujeres paramos, como una forma de manifestar nuestro rechazo a los feminicidios que parecen no importar a nuestra sociedad; contra la inacción estatal; por las muertes de mujeres por abortos inseguros; por el reconocimiento de nuestra contribución a la generación de riqueza con nuestro trabajo cotidiano; por mejores condiciones laborales y para romper la alianza del patriarcado, el colonialismo y el modelo capitalista. Demostraremos que nuestra vidas valen.
Con el transcurso del tiempo, la fecha ha adquirido diferentes matices, y el carácter político y reivindicativo ha ido perdiendo su fuerza. Han cobrado relevancia las tarjetas de felicitaciones, rosas y chocolates, expresiones de la banalización de la fecha.
Este año, las acciones por el Día de la Mujer, se han articulado en torno al Paro Internacional de Mujeres, al que se han sumado más de 50 países y que en Bolivia es impulsado por los colectivos #NiUnaMenos, Pan y Rosas, Komunidad Vida y Universitarias Libertarias, entre otros, bajo la consigna: “Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”. La iniciativa, si bien asume diferentes demandas en cada país, se concentra en la denuncia de la violencia machista, los feminicidios y muertes de mujeres por abortos inseguros. Se promueve también la necesidad de generar igualdad en el ámbito laboral.
Se trata de una acción simbólica, para hacernos notar cómo puede ser imaginar el mundo sin mujeres, sin nuestro aporte en los ámbitos público y privado, sin el trabajo doméstico no remunerado y de cuidado. Acciones de protesta similares se registraron en diferentes momentos de la historia. En la antigua Grecia, Lisístrata protagonizó una huelga sexual para poner fin a la guerra; durante la Revolución francesa, las mujeres marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.
Hoy, 8 de marzo, las mujeres paramos, como una forma de manifestar nuestro rechazo a los feminicidios que parecen no importar a nuestra sociedad; contra la inacción estatal; por las muertes de mujeres por abortos inseguros; por el reconocimiento de nuestra contribución a la generación de riqueza con nuestro trabajo cotidiano; por mejores condiciones laborales y para romper la alianza del patriarcado, el colonialismo y el modelo capitalista. Demostraremos que nuestra vidas valen.