Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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NOESIS

¿Bolivia vs. cocaleros ¡No!

¿Bolivia vs. cocaleros ¡No!
En base a textos de la biblioteca www.cervantesvirtual.com y otros, queda claro que, en el incario, la hoja de coca tenía fines rituales y no estaba permitida para todos, sino solo para las castas del imperio. Con la derrota de los incas, los conquistadores generalizaron el empleo de la coca entre los indios, pues, los españoles, que en un principio despreciaban su consumo, comprobaron que la coca, por sus propiedades anestésicas y efectos estimulantes, les permitía a los indios trabajar varios días sin comer ni beber en las minas, explotados por los españoles. Así, la coca pasó a ser el mayor instrumento de dominación y explotación contra el indio.

Han pasado 525 años de la conquista española y la coca, ya no solo como hoja sino también como clorhidrato, sigue jugando un rol preponderante en nuestra sociedad. Sería totalmente erróneo no entender que el poblamiento del Chapare es producto de una migración de gente pobre que huía de sus campos deprimidos y secos del altiplano. Esa gente encontró, especialmente entre finales de los 70 y principios de los 80, en el círculo coca-cocaína una de las alternativas para salir de la pobreza denigrante. El narcogobierno de García Meza fue el más grande impulsor de la economía coca-cocaína en el Trópico y Bolivia en general. Desde que recuperamos la democracia (1982-2005) y nos liberamos del lastre de narcoestado, fue una asignatura de todos los gobiernos rescatar a los colonizadores del Chapare del círculo perverso coca-cocaína, que lleva a la criminalidad.

Con violencia o desarrollo alternativo, se intentó y se fracasó. El MAS hizo de la región su núcleo de poder local hasta conquistar al país como el nuevo liberador de los cocaleros y de la patria. Somos los nuevos Túpac Katari, decían. El país fue ganado por la propuesta emancipadora del MAS. Pero, ya han pasado 11 años y comprobamos que el principal caudillo, cual Rey Felipe IV de España, ha sumergido más al campesino del Trópico en el círculo coca-cocaína. En vez de liberarlo, lo ha convertido en mitayo del narcotráfico y del poder masista.

En 11 años de poder absoluto, habiendo manejado como nunca tantos millones de dólares, ¿qué han hecho para sacar al cocalero del negocio de la droga? ¿Por qué el MAS no convirtió al Trópico en el emporio de la industria, no de la de droga, sino del software o de la fruticultura? En el Chapare, todos los colonos tienen sus tierras tituladas, pero ningún cocalero posee su título ni puede hacer nada con él. Con esta narcótica ley, nos quieren poner a Bolivia contra los cocaleros. Y no es así. Es Bolivia contra un Gobierno anticampesino y colonial (...).